A propósito de la celebración del Corpus Christi o el cuerpo de Dios, el monseñor Javier Del Río Alba aprovechó la misa de hoy para manifestar que Dios es el pan de la vida eterna, el pan que necesitan los seres humanos para no desfallecer. Recordó que el hombre cambió ese alimento por su sed de riqueza, su egocentrismo.
Durante la homilía el arzobispo de Arequipa recordó a Moisés y el pueblo de Israel, cuando los esclavos fueron liberados por el faraón para pasar 40 años en busca de la tierra prometida. Recordó que pese a los milagros mostrados como las plagas, el mar abierto, los pobladores continuaron dudando del amor y el poder de Dios, lograr su propia conveniencia.
“Nuestras idolatrías nos hacen sufrir, somos tan pobres de fe, tan malagradecidos con Dios. Dios no es un padre que se olvida de sus hijos, es un padre corrige a su hijo y nos ha enseñando que no solo de pan vive el hombre. Hay tantas Injusticias, maldades, que se ha echado a Dios y se ha puesto el dinero”, dijo.
Del Río Alba aprovechó la misa para también dirigirse a aquellas personas que se alejaron de Dios para satisfacer sus propias necesidades sin importar el resto. “El camino de la muerte es el egocentrismo, el camino del criollismo, del sálvese quien pueda, del poseer y comprar por gusto para saciar su ambición, convertirse en un tirano. Ese es el pan que lleva a la muerte”, dijo.
En la tierra el mundo no hace la voluntad de dios, solo en el cielo se hace la voluntad de dios.

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