El arzobispo de Arequipa, monseñor Javier del Río Alba, lamentó que producto de las manifestaciones realizadas por un grupo de pobladores hace más de dos meses, los escolares de la provincia de Islay puedan perder el año escolar.
“A los niños no se les puede dejar de brindar la enseñanza escolar”, manifestó. El máximo representante de la Iglesia Católica explicó que no se opone a las protestas, debido que es un derecho legítimo que un grupo de personas manifiesten su parece sobre los asuntos de la sociedad; sin embargo, observó que el pedido de este grupo de personas pierde legitimidad cuando atentan contra los derechos del libre tránsito, la vida e integridad y el derecho fundamental del acceso a la educación de todos los niños. Monseñor también solicitó a los dirigentes que convocan a las marchas, dejar los intereses ideológicos de lado y ver por el bien de la Sociedad. “Representantes verdaderos de la población deberían pacificar la situación, convocando al diálogo para que el problema pueda ser solucionado”, indicó. El arzobispo pidió respetar la voluntad de las personas que no desean participar de este tipo de manifestaciones.