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Durante las mañanas, el centro poblado de Jachaña, ubicado en el distrito de , parece un pueblo fantasma, pero desde las 13:30 horas cobra vida con la salida de los niños del colegio. Jachaña se ha convertido en el “pueblo de niños y adolescentes” por la presencia de la institución educativa integral mixta San Francisco de Asís, que alberga alumnos de primaria y secundaria.

Acoge a menores de algunos anexos del distrito de  y hasta de la vecina provincia de . En total, hay 140 escolares que estudian en la institución.

El director del plantel, Sixto Herrera, explicó que la mayoría de padres optaron por habilitar una vivienda en Jachaña para que sus menores hijos vivan y estudien en este lugar. “Los niños tenían que caminar todos los días varias horas desde sus caseríos para llegar al colegio y luego regresar, por ello se han instalado en este pueblo...”, refirió. Ciertamente, en la carretera encontramos a Yandel, de 7 años de edad, quien junto con sus hermanas Lizbeth (5) y Paty (9), caminaban hacia su colegio en Cucho Capilla. Habían recorrido más de una hora.

PROBLEMA. La residencia de los estudiantes en Jachaña es una solución a medias. Según Herrera, los hermanos mayores deben asumir roles de padres con los menores.

“No puedo culpar a los padres por su esfuerzo para que estudien sus hijos... no tienen recursos económicos y hacen lo que pueden”, manifestó el director.

Por ello propone un internado en el colegio, de tal forma que los estudiantes estarían supervisados y bien alimentados. “Los niños están en un abandono emocional”, enfatizó.

La mayoría de los escolares, sea de primaria o secundaria, duermen en el pueblo de lunes a viernes, el fin de semana se trasladan hasta sus comunidades o caseríos.

“Los niños le dan vida a este pueblo en el que nadie vive... los pocos pobladores residen porque tienen una tienda... la mayoría son ganaderos”, dijo Efraín Colque, poblador.

COLEGIO. En visita al colegio San Francisco de Asís notamos que el esfuerzo de padres y profesores es insuficiente para generar un ambiente adecuado para los niños y adolescentes.

Silos que sirven de baños para los niños de primaria, aulas de construcción convencional (no térmicas) y hacinamiento en la cocina, son algunas deficiencias en la institución.

El director expresó con entusiasmo la intención de hacer un biohuerto para la plantación de verduras que pueda servir para el almuerzo de los estudiantes.

Exhibió el avance sobre el biohuerto, pero pidió apoyo de las autoridades para el toldo. Trabaja en la ampliación de la cocina de la institución en un lugar adecuado.

Jachaña es un lugar exento de desarrollo y modernidad, con altos índices de pobreza. El servicio eléctrico no es continuo, y por ende tampoco el servicio de telefonía móvil.

Para el docente que quiera salir de Jachaña hacia Caylloma le puede costar 50 soles en moto, sino deberá esperar un camión el fin de semana para pagar entre 7 y 10 soles.

El pueblo de niños y adolescentes no garantiza esa vitalidad cada tarde, porque son cada vez menos los alumnos que se matriculan en el colegio.

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