Cobrar al ladrón [OPINIÓN]

Los fonavistas están signados por el sacrificio, qué duda cabe, porque ahora que han comenzado a recibir, van a tener que organizarse nuevamente para cobrar una vez más, pero en esta ocasión, a la Asociación Nacional de Fonavistas de los Pueblos del Perú.

Ese tinglado con fines de lucro que durante años empobreció aun más a los desorientados ancianos que afilió, es nada menos que una alianza de pillos con ridículo y rimbombante nombre que despoja a los abuelos con una suma mensual, como si pertenecer a ese sindicato punible fuese un privilegio.

Además del pago periódico, les pedía adicionales por hacer una pregunta; por cada respuesta y hasta por cruzar el umbral de la puerta del centro de negocios que esa coalición de granujas estableció acosta de los desorientados viejos que aportaban religiosamente, sin saber porqué.

Los mayores que cobran desde hace una semana en el Banco de la Nación, reciben entre 300 y 2 mil soles. Dichosos los que percibieron la suma mayor; porque a los otros no les alcanzó siquiera para recuperar el dinero que regalaron a esa asociación de avispados.

Alguien debería hacerse cargo de los nuevos estafados porque sabemos de cientos de casos de exaportantes al fenecido Fondo de Vivienda que solo se inscribieron en la Gobernación, llenaron una ficha vía internet y ahora han recibido su dinero. Es decir, embolsaron con solo dos simples pasos y sin despeinarse.

Ellos no se entreveraron con la malhadada cofradía de los pueblos del Perú, ni aportaron un céntimo; sin embargo, recibieron una suma que por minúscula que sea no está vinculada a los Canelo, los Alcántara y a los demás succionadores, que viven a expensas de gente modesta cuya devolución no alcanza a cubrir el dinero que les despojó esa camarilla de canallas, que los fiscales no quieren ver.