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Entre las piedras, basura y el polvo, el deseo de Rosa Gil y su esposo José Valencia Villanueva, de dar educación a los niños del asentamiento humano Héroes del Cenepa, en la parte más alejada del distrito de Mariano Melgar, se hizo realidad con la construcción de dos salones a base de sillar y techo de calamina.
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Héroes de Cenepa surgió con invasiones, las personas que migraron del sur del país con el deseo de encontrar mejores oportunidades de vida construyeron sus casas precarias con piedras, sillares y calamina.Sin contar con los servicios básicos como agua, electricidad, desagüe, ni áreas recreacionales, los niños estaban condenados a jugar en las quebradas en medio de la tierra, pastos secos y rocas. Se estima que más de la mitad de las madres no sabían escribir y no compartían la formación de sus hijos en compañía de sus parejas, al considerarse madres solteras.
Es ahí que la docente Rosa Gil decide crear una escuela de dos aulas y un ambiente para cocinar, hecho de cartón. La maestra recuerda que cargaban agua desde el asentamiento Olivos, que estaba al frente de la escuela. Cruzar la quebrada por la falta de transporte público era parte de la jornada del día.
La institución educativa se creó con los fondos de una iglesia inglesa, en los siguientes años se mantuvo con el apoyo de misioneros, quienes cubrían los sueldos de los maestros, porque no había forma de que los padres aportaran económicamente.
En febrero del año 2006, la docente formó la asociación sin fines de lucro Vida y Esperanza para seguir sustentando el colegio que ya contaba con 60 alumnos. Pese a ser considerado no estatal, pero tampoco particular, con el apoyo del municipio distrital que entregó bolsas de cemento, y con la ayuda de amigos voluntarios, se construyó dos aulas antisísmicas, techadas con calamina.
En ese año, un médico de Estados Unidos enviaba mil dólares para cubrir los gastos de los alimentos y salarios de 6 profesores.
En el 2008 un grupo de australianos recaudaron fondos para construir el segundo piso con el fin de favorecer a los 130 escolares que había y al siguiente año, el mismo grupo apoyó económicamente para el sueldo de los maestros. Adicionalmente abonaron para la edificación del tercer piso con cuatro aulas y servicios complementarios como baños, duchas y áreas administrativas.
Todos es aporte solidario porque los padres no tenían recursos para pagar la mensualidad.
SECUNDARIA
En el 2015 se construyó un nuevo edificio de 4 pisos para el nivel secundario que incluyó los talleres de Computación, costura y cosmetología, así como una biblioteca . En la implementación de los talleres intervinieron los miembros del Rotary EE.UU, Peruvian American Mecal Society, entre otros.A la fecha, el colegio es considerado como una institución privada sin fines de lucro, por lo mismo tramitan un convenio con el Ministerio de Educación para que asuma los sueldos de los maestros. Los padres aportan 60 soles para los talleres lo que es insuficiente para cubrir los gastos.
BIBLIOTECA
Los cerca de 500 alumnos de esta institución cuentan con una biblioteca digna de envidiar. La voluntaria australiana Susi Prescott llegó a Elohim y ante la poca lectura, decidió crear un espacio donde los niños lean por placer y tengan un poco de relajo y aprendizaje.La biblioteca cuenta con libros catalogados en el sistema internacional Dewey y los escolares ingresan al ambiente sin medias para practicar la lectura en la forma en que mejor les agrade, para ello cuentan con cojines y alfombras. Incluso pueden acceder a libros en 3D, mapas y videos desde historias de fantasía, historia, geografía, literatura, turismo, hasta recetas de cocina.
16 años tiene Elohim, palabra hebrea que significa Dios.
