El presidente de la Sociedad de Beneficencia de Arequipa, Fernando Figueroa, confirmó ayer la muerte de 5 ancianos en el albergue El Buen Jesús, ubicado en el distrito de Paucarpata. El funcionario explicó que las defunciones ocurrieron los últimos 10 días, tres perecieron a causa de la COVID-19, mientras que otros dos por fibrosis pulmonar, luego de una corta batalla por su delicada salud.
ANTECEDENTES. Como reveló el último domingo Correo, casi la totalidad de refugiados y trabajadores del albergue dieron positivo para el virus. Las autoridades sanitarias de la Red de Salud Arequipa-Caylloma alertaron que de 40 adultos mayores, 39 salieron positivo a la prueba rápida de descarte, mientras que 8 de 15 empleados del lugar tuvieron los mismos resultados.
La preocupación se extiende debido a que son un grupo de riesgo, manifestó la directora de la red de Salud, María Elena Flores Carpio.
La situación de los contagiados es aún estable, refirió Figueroa. “Por el momento 14 permanecen el Cerro Juli, en el Centro de Atención y Aislamiento COVID–19 en José Luis Bustamante y Rivero, mientras que el resto son tratados en las instalaciones”, señaló.
En cuanto al personal obrero, se supo que son atendidos en sus domicilios y no han requerido el internamiento hospitalario.
RESPONSABILIDAD. Pese a que el funcionario explicó que se cumplieron todos los protocolos de bioseguridad sanitaria en el lugar, aún no se esclarece cómo se inició el contagio colectivo, que pone en riesgo la vida de estas personas vulnerables.
“Es un tema complejo, hay personas asintomáticas. Creemos que es posible que en el cambio de personal pudo pasar”, indicó.
La Defensoría del Pueblo, mediante un comunicado hace 2 meses, consideró que no se cumplían las acciones en favor de la protección de los derechos de las personas adultas mayores que residen en los centros de atención en varias regiones del país, incluyendo Arequipa.
AYUDA. En otro momento, el presidente de la Beneficencia dijo que hasta la fecha no se han reportado más casos de contagio en los otros recintos que administra, como son el orfanato Chávez de la Rosa, el centro de salud mental Moisés Heresi y el hospedaje humanitario Hogar de María Buen Samaritano. Sin embargo, lamentó que no exista ayuda por parte del Gobierno para los programas sociales que benefician a personas en situación de abandono.
“Estamos en el mínimo de condiciones para hacerle frente a esta situación. Hay bonos sociales para diferentes rubros, pero nosotros no hemos recibido partidas de apoyo de ninguna entidad del Gobierno”, criticó.
Los ingresos que percibe la Sociedad de Beneficencia de Arequipa son principalmente por el pago de alquileres de sus establecimientos, zonas azules y el cementerio La Apacheta (José Luis Bustamante y Rivero), pero por la situación que atraviesa el país se dejó de obtener ese financiamiento.
Son cerca de un millón de soles mensuales los que se requieren para abastecer de alimentos, ropa y servicios básicos (agua y electricidad) a todos los niños y adultos mayores que integran los programas.
“Nos critican por está situación, pero no hay apoyo, es muy alarmante trabajar así”, sostuvo. Durante estos meses, la Beneficencia está asumiendo préstamos para contener los gastos, así como aceptando donaciones de entidades privadas y públicas, más se mantiene en incertidumbre la situación a partir de agosto.
APOYO. Donación de productos no perecibles son aceptados por la entidad, como apoyo por la crisis sanitaria.