La falta de ingresos económicos debido a la cuarentena obligó a varias personas a exponerse al riesgo de contraer el COVID-19 y aprovechar la oportunidad para empezar negocios temporales.
En el mercado Río Seco surgieron los estibadores y cargadores en triciclod para trasladar las bolsas de mercados por varias cuadras hasta Zamácola o el cruce de Evitamiento, por la falta de vehículo de transporte urbano hacia los distritos de Cayma y parte alta del distrito de Cerro Colorado.
Miguel es un hombre que desarmó su triciclo que antes fue acondicionado para vender jugos en Cerro Colorado y ahora lo usa para cargar bolsas de mercado y hasta trasladar a las personas. Por cada bolsa cobra un sol, pero las personas se juntan para que el "viaje" de Miguel sea rentable.
"Tengo miedo de trasladarme, ¿pero qué puedo hacer? Necesito dinero para mantener mi familia, yo no recibo bono ni canasta de alimentos por que el municipio solo empadronó a los que son de Arequipa y yo soy de Cusco", dijo, mientras empujaba el triciclo por la Av. Aviación.
Algunos venden mascarillas y guantes para evitar el contagio de la temible pandemia, mientras que otros volvieron a la venta de aguas, refrescos y helados para calmar la sed de quienes caminan tanta distacia bajo el intenso calor.
Pese a que la norma permite la salida de un solo miembro por familia y exclusivamente para necesidades básicas, las personas siguen aglomeradas en los mercados como para hacer este tipo de negocios sin control alguno.
En este centro de abastos se observó también a vendedores ambulantes de DVD, frascos de vidrio, bolsas plásticas, antenas de televisores, entre otros.