El Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad Católica San Pablo (UCSP) ha diseñado y aplicado aisladores sísmicos de bajo costo hechos de concreto. El dispositivo permite reducir al mínimo los efectos de los movimientos telúricos en las viviendas y otras estructuras. Este avance es un trabajo del director de esta dependencia, Enrique Simbort, y cuatro de sus entonces estudiantes, ahora bachilleres.
Los aisladores sísmicos soportarán la energía y la aceleración ocasionada por los temblores. De esa forma, evitarán que las estructuras de las casas se vean afectadas con rajaduras o colapsos. También se protege a las personas frente a este tipo de desastre.
Simbort guío este trabajo al formar el grupo de Investigación en Ingeniería Sismorresistente y Mecánica Estructural, especialidades en las que se formó en Rusia. Gerald Dueñas Enciso, Yimy Carpio Salazar, Roberto Rubin de Celis Vargas y Jorge Yato Villena, lo integraron durante sus estudios universitarios. Juntos trabajaron en la innovadora tecnología y lograron construir la primera aula sismorresistente del país.
El proyecto es un aporte trascendental para el sector construcción, debido a que no solo permitirá ayudar a la población a tener y morar en viviendas estructuralmente seguras, sino que, por su diseño, estará al alcance de la economía de los ciudadanos.
A nivel mundial se utilizan distintos tipos de aisladores sísmicos, entre ellos el de caucho y de metal, cada uno podría llegar a costar hasta 3 mil dólares. Gerald Dueñas precisó que el aislador sísmico que han creado es de concreto armado y está valorizado en 500 soles. Otro de los beneficios es que al emplear esta tecnología se reducen gastos en materiales de la edificación.