Pueden pesar más de 500 kilos, su imponente figura puede ser abrumadora pero cuando no están en pelea, los toros pueden ser criaturas muy tranquilas y por qué no decirlo: cariñosas.
Esto es lo que intentan demostrar los criadores de toros de pelea de Arequipa, que estos nobles bovinos son parte de su familia, inclusive como sus hijos y la prohibición de sus encuentros sería también una mutilación a las tradiciones de esta ciudad.
Controversia. Diario Correo se adentró en el mundo de los toros, y la primera visita fue a la Asociación de Criadores, Propietarios y Aficionados de Toros de Pelea de Arequipa (Acpatpa).
Allí conversamos con Marcos Rosado, secretario de organización quien nos explicó que existe un mal entendido con respecto a la posición de los animalistas quienes han presentado una demanda al Tribunal Constitucional.
“Ellos quieren que diferentes actividades sean exoneradas de un artículo de protección animal, si es que esto ocurre, las peleas de toros podrían ser prohibidas”, señaló.
Sin embargo, para Marcos, no existe ningún tipo de maltrato animal, ni en su crianza, ni en los encuentros que se realizan los fines de semana.
HISTORIA. Primero, explicó que las peleas de toros, más que un espectáculo o una diversión, es considerado como una tradición que data del siglo XVIII.
“Esto pasa de abuelos, padres e hijos, cuando las primeras vacas y toros llegaron a Arequipa para el arado de la tierra”, mencionó.
Relató que las peleas nacieron en las chacras, pues para la “yunta” se necesitaba amarrar dos toros que aren la tierra.
Pero, cuando dos de ellos se encuentran, simplemente es inevitable que se peleen.
“Lo llevan en la sangre, es un tema territorial y cuando eso ocurría, el chacarero evitaba que se lastimen, cuando la riña culminaba el ganador era siempre puesto en el lado derecho, como un guía en el arado”.
Las peleas comenzaron a darse con toros de distintos dueños lo cual era también motivo para reunir a las familias y pasar un fin de semana en el campo.
Crianza. Marcos, para demostrar que los toros no son animales violentos, nos invitó a conocer algunos de los establos que hay en Arequipa.
El primero en visitar fue el fundo de ubicado en la avenida Paisajista S/N en Socabaya.
Don Edy Apaza Zegarra nos recibe con los brazos abiertos con quien llama su engreído, “retrocarga” un toro de 10 años con un peso superior a 500 kilos, campeón de muchos encuentros y quien ha tenido una marca de 5 victorias continuas en sus mejores momentos.
Pero hace dos años, como dice don Edy, colgó los chimpunes para pasar sus años de jubilación.
“Yo todos los días me levanto para darle de comer, limpiarlo y lo hago porque lo quiero, no por lucro como a veces piensa la gente, me gasto cerca de 40 soles diarios en su comida”, afirma.
Y este cariño es recíproco porque cuando se acerca a él o su hijo, simplemente se le ve contento, inclusive con nosotros . Y es que explica que todos los criadores cuidan y forman a sus toros para que puedan socializar con la gente.
PESADO. Otro establo que visitamos está ubicado en Sabandía, allí nos encontramos con “Rey Exterminador” con un peso de 1,400 kilos, uno de los toros considerado en la categoría de peso pesado.
Junto a él, esta Gonzalo quien se encarga de su cuidado. “Rey Exterminador” tiene más de 10 años y por su peso y edad ya no pelea por lo que su propietaria Liliana Zambrano, decidió que este como exhibición para que la gente pueda apreciar su imponente figura.
“Este toro es campeón de los pesos pesados, y su dueña no lo va a matar porque lo quiere bastante, es más quiere que turistas, viajeros, los mismos arequipeños lo conozcan y se tomen fotos con él”, dijo Gonzalo.
Los días de “Rey Exterminador”, están en los pastizales.
Tradición. Un conocedor de las peleas de toros es el exalcalde de Hunter, Simón Balbuena quien afirmó que en los eventos jamás se permite que un toro muera o salga herido.
Explicó que el ganador se define simplemente cuando uno de ellos ya no quiere pelear y hasta suelen ocurrir empates. “Esto es tradicional de Arequipa, y en muy pocos lugares del mundo se puede tener un espectáculo así, de confraternidad y compañerismo”, dijo.