El animal de la selva llamada científicamente boa constrictor fue decomisado por el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) del Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI) con el fin de devolverlo a su hábitat natural.
El negociante comercializaba sus productos de forma ambulatoria, pero durante la inspección también encontraron una cabeza y una cola disecada del mismo animal.
La norma de Ley Forestal y de Fauna Silvestre,considera que adquirir, comercializar o poseer una animal no silvestre sin autorización es una falta grave, por lo que se abrió un proceso administrativo sancionador, por lo que la multa podría aplicarse desde 0.1 hasta 5000 Unidades Impositivas Tributarias.