Sus compañeros de aula y de todo el colegio La Salle fueron los primeros en presenciar su música cuando Delford Enrique Cárdenas Berríos estudiaba la primaria y participaba en los concursos de canto. La música corre por las venas del artista, una herencia de sus padres. Su madre fue soprano solista en la Dúnker Lavalle y su papá era miembro de un grupo musical que tocaba boleros.
Su primer instrumento fue el acordeón y el primer grupo que integró fue el coro del catecismo, también participaba en las misas para la primera comunión, debido a que en el colegio todo lo relacionaban con la religión. Esta, es la historia de Don Delfor.
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Hoy recibe numerosos reconocimientos por promover la música arequipeña, entre ellas el carnaval loncco, Cárdenas Berrios, en 1975 decidió alejarse de la música de alabanzas e ingresar a la música tradicional, popular. Tres años más tarde organizó, junto a otros jóvenes, los juegos de integración cultural en Cayma con el fin de realizar concursos de danza, canto, poesía, teatro.
Cárdenas fue integrante del grupo Mosoq Runa por 20 años y con él recorrió universidades y diferentes escenarios para amenizar las celebraciones de aniversarios de pueblos jóvenes, sindicatos y cuanta organización haya. En esas décadas tenían la idea que el arte no se tenía que vender, por lo que no cobraban, en cambio, ahora se cree que mientras más cobran, más valor tienen.
La organización de un juego floral en Acequia Alta, fue donde Cárdenas vio la característica del carnaval. En los años 80, este ritmo moría, pero un grupo de jóvenes decidió preservarla y promoverla. Cárdenas se integró al equipo y desde entonces no se alejó de este ritmo.
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La realización de un concurso intersectorial del carnaval con los participantes de las zonas Plana, Sur, Norte, La Cuesta, El Puente, Tocrahuasi, Cerrito los Libres y Porvenir de Acequia Alta, fue una de las primeras intenciones para evitar que el carnaval caymeño desaparezca.
En 1983, luego de un bonito encuentro de comparsas, se hizo un acta donde acordaron llevar el carnaval al Corso de La Amistad, por el aniversario de Arequipa. Cárdenas aseguró que fue por primera vez que se puso Carnaval loncco acequia alteño.
Posterior a ello, los músicos se las ingeniaban para financiar sus trajes, debido a que no había apoyo del sector privado, ni de instituciones públicas como las que hay ahora, todo salía del bolsillo del artista e incluso realizaban parrilladas profondos.
Algunas veces visitaban las viviendas y las familias compartían los alimentos preparados, desde mote, cabeza de chancho, locro, entre otros. El recorrido era ameno, lo que cautivaba a los vecinos.
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Los músicos tenían la idea de que el arte no se vendía, por lo que no cobraban por las presentaciones. “Ahora cuando cobras vales, sino cobras, no vales”, dijo Cárdenas, en medio de risas. Los grupos musicales de esas décadas Iban a aniversario de pueblos jóvenes, sindicatos.
En los años 86 y 87 compuso, dos canciones, la marinera olorcito de verdura y la pampeña el rocoto caymeño. En 2000 deja el grupo Mosoq Runa y junto a Cárdenas forman el grupo El Montonero con Roberto Manzaneta, Ricardo Gallegos y Mauro Zavaleta. A la fecha son 6 músicos y un elenco de danza.
Tras 20 años de trayectoria, tanto Cárdenas Berrios como los otros miembros recibieron sendos reconocimientos por el aporte a la cultura. El personaje en mención, fue reconocido como el Amigo Bicentenario del Turismo por la Gerencia de Comercio Exterior y Turismo y, como el Arequipeño del Bicentenario, por difundir la música por parte de la Municipalidad de Arequipa.