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El martes 24 de noviembre, Diario Correo se convirtió en el primer medio de comunicación en llegar hasta la Fortaleza de Huasicac en el distrito castillano de Machahuay (), luego de seguir una hora de viaje por la trocha carrozable construida hace once meses y continuar otros 30 minutos de caminata cuesta arriba.

La zona luce sumamente descuidada pero aún así deja ver la riqueza arquitectónica de construcciones incas hechas en piedra, similares a las de la Ciudadela de Maucallacta, ubicada en el distrito Pampacolca, muy cercano a Machahuay, ambos en la misma provincia.

Puede apreciarse muros muy altos y con terminación piramidal a dos aguas. Las estructuras llegan a medir 17 metros en unos casos mientras en ambientes más pequeños tienen no menos de 3 metros hasta el techo.

Las piedras de los muros tienen tonalidades de blanco a marrón pasando por el beige y en algunos casos se aprecia el amarillo. Grandes piedras oscuras hacen de travesaños en los techos y marcan los dinteles.

Toda la construcción debe ocupar más de 3 mil metros cuadrados de área y evidencia no solo casas habitación sino patios espaciosos, zona de reuniones y lo más importante, del lado derecho del conjunto arquitectónico, se aprecia un abismo vertical de por lo menos 500 metros de profundidad.

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Hace unos años acudieron al lugar técnicos del Instituto Nacional de Cultura (INC) quienes oficializaron la descripción siguiente: “La ciudadela se construyó durante la expansión inca y su estructura es única en toda la región Arequipa. Sus habitaciones tienen alturas de 7 a 9 metros, construidas en piedras pequeñas y rojizas. Tiene 50 casas y en sus alrededores de observa anderías del periodo inca hacia 1.000 antes de Cristo”.

Correo recorrió la fortaleza en compañía del alcalde distrital, Reynaldo Taco y del regidor de dicho anexo, Richar Pachao Quilla. Ambos aseguran que los restos no gozan de protección de parte del Ministerio de Cultura, pero están decididos a tramitar dicho reconocimiento y emprender un proyecto de explotación turística.

La ciudadela no está en medio de la nada. Es parte del anexo Huasicac que hoy es una asociación de agricultores transformada así luego de la ocupación ocurrida en 1974 como parte de la llamada Reforma Agraria del gobierno militar.

Antes fue la hacienda más grande de la zona, de propiedad de la familia Villanueva del Campo, ancestros del dirigente aprista Armando Villanueva del Campo. Tiene 9 mil hectáreas en explotación y por lo menos cinco pisos ecológicos distribuidos desde la profundidad del lecho del río hasta los 4900 msnm donde se fortalece un bosque de queñuales.

El vicepresidente de la Asociación de Residentes de Machahuay en Arequipa, Gregorio Huaco, aseguró a Diario Correo que pondrán de su parte para revalorar el lugar. Los primeros trabajos urgentes son retirar toda la maleza crecida por el abandono así como una docena de árboles de eucalipto plantados allí por los lugareños de manera irresponsable.