Ines Cáceres Quispe es administradora de profesión, pero no pudo ejercer por priorizar el cuidado de su bebé. Sin embargo, le bastó tener 100 soles para iniciar su propio negocio en casa, gracias a su gusto por los colores y las flores, lo que le permitió hacer magia con la gelatina y para completar su ingenio cuida bastante sus ingredientes para ofrecer a su público un producto sano. El negocio Gelatinas Artísticas Gelys lleva dos años en el mercado y todo lo que usted ve en su “torta” es comestible.
¿Cómo surge el interés por elaborar las gelatinas artísticas? No podía dejar a mis hijos porque no tengo ningún familiar y no podía cumplir un horario de ocho horas de trabajo. Entonces busqué en internet alguna alternativa para generar ingresos, hasta que encontré formas a base de gelatina que no se hacía en Arequipa. Claro, tuve que adecuar algunas cosas.
¿De qué manera? En México solo hacen el diseño básico, pero yo he agregado la crema rosa para que quede como una torta helada. Sobre esta trabajo el diseño floral. También a la misma crema rosa le agrego frutas.
¿Ha tenido que ir a clases de manualidades para hacer esos diseños? Me hubiera gustado, pero tuve que ingeniarmelas. También diseñé mis propias herramientas de trabajo, son rudimentarias (muestra cucharitas descartables con diferentes formas).
¿No es muy difícil empezar un negocio propio? No, si uno le pone empeño.
En la repostería lo más atractivo, ¿son los diseños o los ingredientes? Depende del público. Hay personas que les gusta mucho el arte, no es difícil pero me toma tiempo hacerlo, necesitas paciencia y a mi me gusta. Pero hay quienes no pueden consumir mucha azúcar, entonces ahora estoy en un proyecto de hacer las gelatinas con estevia.
¿Cómo selecciona sus ingredientes? Todos los ingredientes que compro los adquiero en Ceylan, son más caritos, pero son de calidad, me da una gelatina más clarita. Una vez compré a mitad de precio en otro lugar y tuve como resultado un color parecido al resultado del té filtrante.
¿Cuánto de presupuesto tuvo que invertir? Sin mentirte, diré que fue unos 100 soles. No tuve un monto fijo, con la ganancia de cada pedido volvía a comprar más ingredientes, fue poco a poco. Empecé con la familia y ahora con un público.
¿Su familia ha sido el mejor medio publicitario? Sí, y también los mismo clientes. Ahora el Facebook me ayuda mucho, trato incluso con gente que no conozco. Me escriben y me preguntan cómo será el trato, hablamos y vienen a recoger su pedido. Hasta ahora ninguno me ha fallado.
¿Se realiza el pago del 50 % para evitar la pérdida de un pedido? No, a confianza.
¿Confía en las personas? Sí, confío. Les digo el precio y quedamos la hora. A veces demoran unos minutos y me digo ‘ya pues me lo comeré’, pero llaman y se disculpan por la demora.
¿Cuenta con un local de exhibición? No, es mi sueño, pero para eso necesito un capital. No es llevar mis mesas o sillitas, sino tengo que tener un mobiliario acorde con lo que estoy haciendo.
¿Ha participado en festivales de postre? No, pero es mi sueño, incluso fui al Ministerio de Producción para ver si hay programas de apoyo a los proyectos innovadores, pero estaban ocupados.
¿Cuál es su mejor carta de presentación? La puntualidad. Si no cumplo, yo misma me regaño. Si es para las cinco, tiene que salir a esa hora y es lo que a mí me gusta, la puntualidad y no fallar. Caso contrario, ya no me vuelven a pedir.
¿Cómo organiza su labor de madre y empresaria? Los pedidos tienen que ser con dos días de anticipación para que pueda trabajar durante la noche. Acuesto a mis hijos y empiezo a trabajar hasta la madrugrada, también aprovecho que ellos están en el colegio.
¿Usted nunca dejó a sus hijos al cuidado de terceros? No, nunca. Yo andaba con mi niño a todo lado por eso no podía trabajar ocho horas. Trabajé como empleada de hogar por no dejarlos porque tenía miedo que les pase algo.
Entonces, con este negocio ha logrado ejercer su profesión. Sí, de alguna forma. Lo que he estudiado lo estoy aplicando, tengo más proyectos.
PERFIL. Inés cáceres quispe, tiene 39 años y estudió administración de empresas, pero no ejerció por cuidar a sus hijos. Espera conseguir un local para sus productos, mientras tanto el contacto es por redes sociales.