La Ciudad Blanca tiene como su principal fuente de agua al río Chili, que la atraviesa en plena zona céntrica y constituye un recurso natural indispensable para los usos: industrial, agrícola, poblacional y minero; además de otorgarle una singular belleza.

El río Chili tiene una extensión de 121. 7 kilómetros de longitud desde el embalse de Aguada Blanca, casi después de la confluencia de los ríos Blanco y Sumbay hasta desembocar en el Océano Pacífico y en el río Quilca.
“Obviamente aquí dentro de la región Arequipa, su importancia es bastante alta toda vez que en este está la propia ciudad de Arequipa, a través de ese río se usa el agua en bienes poblacionales, en la industria, actividades extractivas y bastante en el sector agrario”, dijo el administrador de la Autoridad Local de Agua Chili, Jaime Alberto Iglesias Salas.

Indicó que el 80% del recurso hídrico se destina al sector agrario conformado por diversas organizaciones de usuarios de agua como La Joya Antigua, La Joya Nueva, Valle de Vítor y Chili Regulado, en los que se siembran productos de primera necesidad. En total concentran 17 mil 413.29 hectáreas de cultivo a cargo de 7, 929 agricultores.

La Junta de Usuarios de Chili Regulado es la que tiene la mayor extensión de área agrícola con un total de 6 mil 676.74 hectáreas. No obstante, las aguas del Chili sirven directamente o indirectamente a casi la totalidad de la población arequipeña, para los diversos usos, destacó el administrador.

CONTAMINACIÓN. Uno de los problemas que afecta el caudal es la contaminación por aguas residuales, desechos orgánicos y contaminantes químicos que terminan en su lecho. Sin embargo, desde la inauguración de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales La Enlozada, la situación mejoró sustancialmente.

Esta planta ayuda a descontaminar el agua desde que entró en operatividad en diciembre del 2015. Fue construida por la compañía minera Cerro Verde para procesar el 83% de las aguas servidas de la ciudad y descontaminar el cauce, y estas aguas tratadas son usadas fundamentalmente por el sector agrario.

“Lamentablemente todavía hay algunas zonas de vertimiento directo, pero a comparación de lo que se tenía antes, la calidad del agua del río ha mejorado sustancialmente en los últimos años, gracias a la operatividad de la planta La Enlozada”, expresó Iglesias Salas.

La Autoridad Local del Agua del Chili realiza continuamente la vigilancia de la calidad de agua. Entre los problemas que advierte esta institución, continúa el vertimiento de aguas contaminadas y residuos sólidos.

Los responsables de estas infracciones que son identificados son pasibles de multas que pueden ir de una amonestación escrita a multas desde 0.5 de una Unidad Impositiva Tributaria (UIT) hasta 10 UIT, depende de la calificación, leve, grave muy grave.

Entre el año 2018 y en lo que va del año 2019 existen 18 procesos iniciados tanto a instituciones públicas y privadas, por el vertimiento de aguas residuales y la contaminación por residuos sólidos.

Datos:

83

por ciento de las aguas residuales son recuperadas en la PTAR La Enlozada.

18

procesos sancionadores se ha iniciado en contra de entidades por vertimiento de aguas residuales al Chili.

7,929

agricultores se benefician con la respetiva dotación del recurso hídrico.

121.7

kilómetros de recorrido tiene el Chili desde el embalse Aguada Blanca hasta el Océano Pacífico.

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