La Asociación de Pisqueros, compuesta por más de 30 productores de las provincias de Caravelí, Camaná, así como los distritos de Santa Rita de Siguas, Vítor y La Joya, enfrenta una difícil situación debido a la reducción de las ventas del licor bandera del país. A pesar de que la producción ha aumentado significativamente, con un millón de litros anualmente, la comercialización cayó en un 50%.
El presidente de Productores de Pisco (Pro Pisco), Mario Meléndez, sostuvo que esta caída en las ventas se atribuye principalmente a la competencia desleal generada por la alteración del producto. Meléndez insta a las autoridades a fiscalizar en zonas específicas, como las calles San Francisco y la Av. Dolores, donde se venden productos alcohólicos adulterados.
“La adulteración la hacen con alcohol neutro de 96°, lo cual le incrementan agua para que no se sienta, todo nos perjudica. Si bien es cierto, han reconocido al pisco como patrimonio del Perú, pues no lo valoramos, es por ello que las autoridades deben fiscalizar, en las zonas de la calle San Francisco y La Dolores, donde venden productos alcohólicos adulterados”, dijo Mario Meléndez.
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SITUACIÓN
El panorama se complica aún más con la recesión económica en el país y la inestabilidad política que ha resultado en una disminución de turistas. Dado que el pisco es un emblema del Perú, la falta de visitantes impacta negativamente en las ventas locales. El presidente de Pro Pisco señaló la falta de reconocimiento nacional hacia el pisco, ya que en el Perú se consume solo 200 mililitros por persona, en comparación con los 2 litros y medio en Chile. Atribuye esta discrepancia a experiencias negativas, alegando que la mala fama del pisco se debe a la ingesta de productos adulterados que causan resaca.
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“En el Perú se consume más la cerveza y el ron. Sin embargo, no consumen el pisco por tener una mala experiencia, pero el pisco es mejor que el whiskey, solo deben tomar un buen pisco”, refirió el presidente de Productores de Pisco.
A pesar de que Lima lidera el consumo de pisco en el país, seguido por Ica y Arequipa, Meléndez destaca que el mercado nacional se ha convertido en la principal fuente de ingresos debido a precios más favorables. La venta en el extranjero, donde solo ofrecen entre 4 y 5 dólares por botella, resulta poco rentable para los productores de pisco. La asociación se enfrenta a estos desafíos con la esperanza de que las medidas adecuadas se tomen para preservar la calidad y la reputación del pisco, un tesoro cultural y económico para el Perú.
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