La gerencia de Centro Histórico de la comuna provincial de Arequipa ha tomado conocimiento de por lo menos tres solicitudes para edificaciones contiguas al río Chili. De concretarse estos pedidos, Arequipa podría pasar de ser una ciudad “Patrimonio Cultural de la Humanidad” a una de “patrimonio en riesgo”.
Julio Aspilcueta, responsable de la Unidad de Planificación y Gestión de la gerencia del Centro Histórico, advirtió que si el Instituto Municipal de Planeamiento (Impla) permite la habilitación urbana en la zona agrícola aledaña al río Chili, la Unesco podría quitarle el título a la ciudad.
Y es que durante el 2016, la Gerencia del Centro Histórico tomó conocimiento sobre la intención de la construcción de un recinto religioso en uno de los lados del puente San Martín en donde el área agrícola luce como un terreno eriazo. Informaron de inmediato a los interesados sobre la imposibilidad de ejecutar este proyecto.
En el otro lado del mismo puente, la inmobiliaria Quimera adquirió los terrenos agrícolas con la presunta intención de ejecutar un proyecto de vivienda o similar. “No creemos que Quimera haya comprado los terrenos para cultivar choclos...”, dijo Aspilcueta.
Lea también: Arequipa: Centro Histórico es intransitable por congestión vehicular
PROBLEMAS. Sostuvo que este tipo de habilitaciones que pretende ejecutarse desde el Impla “están jaladas de los pelos”, porque es una zona de alto riesgo ante el hipotético desborde del principal afluente de la ciudad.
Según el funcionario municipal, el Impla pretende desobedecer el Ordenanza Municipal N° 115 de la MPA, la que delimita el área de protección del Centro Histórico, el mismo que no ha sido derogado, pero se amparan en las disposiciones del instituto que anulan las normas que se opongan al plan.
“Este tema está en suspenso , y se está ventilando en instancias judiciales... la Fiscalía en Materia Ambiental lo está manejando”, precisó.
Lea también: Restricción vehícular en el Centro Histórico es un hecho
RESPUESTA. Por su parte, el gerente del Impla, Francisco Ampuero, dijo que el manejo de los proyectos sobre terrenos agrícolas tiene que hacerse con criterio porque prevalece la preservación de la campiña arequipeña.
Ampuero no descartó que los dos primeros proyectos se puedan ejecutar.
Aspilcueta dijo que en el plan maestro 2017-2026 que está elaborando Centro Histórico se estaría planteando que estas áreas que pretenden ser cambiadas de uso a “zonas recreativas”, solo se contemple la construcción del 5% del total del terreno.
Agregó que lo más grave es la advertencia que ha hecho la Unesco en relación a la conservación de la campiña como condición para seguir ostentando el título de Patrimonio Cultura de la Humanidad.
“Primero, el 2008 y luego el 2014 la Unesco ha vuelto ha invocar a la Municipalidad de Arequipa dar mayor prioridad a la campiña contigua al Centro Histórico, porque esta es una característica por la que Arequipa logró ser considerada como Patrimonio Cultural...”, indicó.
Si los cambios de uso de terrenos prosiguen, si las habilitaciones urbanas en la campiña continúan, y más aún en las riberas del río Chili, Aspilcuelta aseguró que la Unesco no dudará para declarar el patrimonio de la ciudad en riesgo.
PLAN MAESTRO. En relación al Plan de Maestro del Centro Histórico y Amortiguamiento para los años 2017-2026, ayer por la mañana se desarrolló el tercer taller con la participación de los principales involucrados.
Ahora el plan será sociabilizado no solo a nivel de la comuna provincial, sino también en los distritos circundantes al Cercado. La idea es recibir observaciones, para luego adaptarlas al plan o caso contrario absolverlas.
Una de las principales acciones de la gerencia es ampliar la conservación y protección de 300 infraestructuras (casonas) a mil 500.
Para ello se ha hecho una clasificación de siete tipos de edificaciones.
Las monumentales son las que no pueden modificarse al igual que las patrimoniales. También están las de interés histórico arquitectónico de mediados del siglo XX.
También se consigna las edificaciones con valor contextual, a las cuales se busca proteger sus fachadas. A las de valor referencial se protegerá ciertos detalles de la construcción (resquicios).
En la clasificación también hay edificaciones sin valor, las que podrían ser demolidas. Y finalmente las discordantes, son las construcciones que malogran la armonía del Centro Histórico en determinados espacio, las cuales deben ser remodeladas o demolidas.
Hay que precisar que de 100 proyectos presentados en el Centro Histórico, el 20% son remodelaciones y el resto construcciones nuevas, demoliciones o ampliaciones.