Por las características de las explosiones del volcán Sabancaya, similares a la erupción del año 1987, los especialistas del Observatorio Vulcanológico del Ingemmet (OVI), advierten que el proceso eruptivo del volcán duraría también aproximadamente 10 años.
El especialista, Domingo Ramos, recordó que la penúltima explosión del cráter en la provincia de Caylloma duró 11 años, desde el 86 hasta el 97. “El comportamiento de ahora es similar, al inicio del proceso eruptivo se registró un promedio de 100 explosiones por día y ahora está en 50. De acuerdo a los textos que leímos de la erupción, indican los mismos comportamientos”, expresó.
El Sabancaya empezó su erupción el 6 de noviembre del 2016 y desde entonces, las explosiones seguida de la emisión de cenizas y gases se incrementa de forma considerable.
Ramos considera que si bien la población de Caylloma se encuentra a 50 kilómetros de distancia, las cenizas viajan con el viento y a la larga, es decir, en los 10 años de erupción, sí habrá un daño en la población.
Aseveró que los gases se volatilizan en el aire, pero la ceniza que es el magma pulvorizado, sí puede provocar enfermedades como la conjuntivitis, infesciones estomacales.
Lamentablemente, de la penúltima erupción no existen registros o estudios que hayan medido el impacto que causó en la población.
Considerando que la actividad del cráter dure este periodo largo, los comuneros y las autoridades tendrían que empezar a actuar. Según Ramos, entre ellos está cambiar el lugar de cultivos, con el fin de que las cenizas no marchiten las hojas, así como cambiar de cultivos por otros productos más resistentes como la cebolla, en lugar del maíz y otros productos de pan llevar.