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Judith Nina Mamani , de 16 años, fue una de las personas que murió el último jueves por los embates de la naturaleza. Llegó a Aplao, Castilla, el 23 de diciembre desde El Pedregal buscando un mejor futuro para ella y su familia, pero lo que halló fue explotación y su lamentable muerte.

Mamani fue contratada para atender en una tienda de abarrotes, también cuidaba a un niño de tres años y limpiaba la casa donde quedó sepultada por el techo, cuando se desplomó el fatídico día.

Fueron sus vecinos quienes nos contaron que trabajaba de lunes a sábado desde las 6:00 hasta las 22:00 horas. “Le pagaban 450 soles al mes, con la excusa que tenía desayuno, almuerzo, cena, y una cama donde dormir, solo le pagaban eso”, contó uno de los residentes.

SUEÑOS. Judith se quería matricular en el colegio para seguir el cuarto año de media.

“Era una chica muy alegre y sonriente. Siempre cerraba la tienda al mediodía para ir a almorzar”, agregó nuestra fuente. Justo en ese momento llegó a la tienda donde trabajaba la joven, Jesús Díaz, familiar de la profesora Sandra Calcina, empleadora de Judith. “La tienda se mantiene cerrada, Sandra se encuentra un poco delicada de salud, ella está descansando”, manifestó.

Al recorrer la Av. Victoria Bolognesi, donde quedó sepultada Judith, hallamos a Juana Tanquello, madre de Sandra, quien vive su propio drama, porque perdió la casa donde vivió por más de 40 años.

“Hemos podido recuperar algunas cosas de uno de los cuartos, pero lo perdí todo. Ahora, con mis 6 hijos y nietos vivimos en la casa de uno de mis yernos, pero por la noche (de ayer) tendremos que dormir en el colegio (Libertador Castilla)”, contó.

Sobre la muerte de Judith, nos dijo que cuidaba a su nieto de 3 años y realizaba labores del hogar.

“La señora (madre de Judith) es pobre, por eso mandó a su hija a trabajar, ella cuidaba a mi nieto de 3 años, que es muy movido. Ese día (7 de febrero), mi hija y su esposo bajaron a la tienda y Judith subió a cocinar, fue a dejar los almuerzos y regresó a lavar la ropa, como empezó a llover, se bajó a su cuarto a mirar tele y ahí ocurrió el desastre”, contó.

DRAMAS. Juana Tanquello es una de las 150 personas damnificadas que lo perdieron todo en el huaico . Pide ayuda a las autoridades para retirar los escombros de lo que fue su casa.

El 7 de este mes también murieron Octavio Janampa Ancasi, de 19 años de edad y Oscar Álvarez Huamani, de 44, aplastados por un deslizamiento en la mina de Río Grande, en la provincia de Condesuyos.

En Aplao, el horror se vivió en 35 minutos, dejando al menos 30 viviendas colapsadas y mil 500 familias afectadas.

Esperan que con el apoyo de las autoridades nacionales y locales puedan seguir adelante.

DATO

Muertos

Reynald Hunder Ticona (23) y Frank Jordy Yepez Idme (24) murieron al interior de un vehículo durante el deslizamiento.

DATO

Los damnificados esperan la  la  ayuda del Gobierno en forma inmediata

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