Arequipeño de corazón, como solía decir, José Ruiz Rosas siempre pidió que cuando le toque partir de este mundo, sea la Ciudad Blanca su último refugio. “Le gustaba todo de la ciudad, pero más su esposa nacida en esta hermosa tierra”, recordó su hija Jimena.

El ilustre personaje recibió un merecido homenaje en el Museo Municipal donde la gobernadora Yamila Osorio hizo entrega a la viuda Teresa Cateriano la Medalla de Oro de la Región, similar distinción hizo la alcaldesa provincial Lilia Pauca otorgando el Diploma y Medalla de Oro.

Luego de la ceremonia los restos del poeta fueron trasladados al cementerio Parque de la Esperanza en Cerro Colorado.

El invaluable legado que deja y su identificación con la cultura en Arequipa son recordados por cientos de personajes que tuvieron la suerte de conocerlo e intercambiar largas charlas en la Librería Trilce, de la cual era propietario.