:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/YN4RGU3MSBD5JJY6NZTPRIGUA4.jpg)
¿Sabías que… los escultores de las diferentes regiones del virreinato americano tenían características de estilo diferentes entre sí?
En tiempos del virreinato, se hicieron una gran cantidad de esculturas religiosas, de los más diversos tamaños, materiales y técnicas.
Hacia el sur, bajo la influencia de la escuela cuzqueña, y en el norte, zona de influencia de la escuela quiteña, se tallaba con gran destreza la madera y se usó mucho el maguey y la pasta de yeso para modelar.
Los escultores quiteños hacían piezas de diferentes tamaños, con diversos temas y modelos, aunque mucha de su producción se orientó a la representación de personajes para los nacimientos, que por tradición traída de Europa, se armaban con escenas de la historia sagrada que requerían de muchísimos personajes.
La escultura virreinal quiteña es muy expresiva en los rostros y movimiento de las manos de sus figuras, casi siempre está policromada con muchos y muy vivos colores, y suele tener detalles con aplicaciones de pan de oro o plata.
Un rasgo interesante de muchas de las esculturas quiteñas, está en el tamaño de la cabeza de los personajes, que algunas veces es ligeramente mayor al de las proporciones ideales. La tradición escultórica quiteña sigue vigente.
En el Museo de Arte Virreinal de Santa Teresa se exhiben importantes piezas escultóricas quiteñas de diversos temas y tamaños, entre las que figuran este grupo de Reyes Magos. Cada una de las piezas no llega a los 20 centímetros de altura, incluido el caballo, y están íntegramente talladas en madera, policromadas al óleo y decoradas con pan de oro. Es posible que hayan formado parte de un nacimiento.
En estas pequeñas piezas se puede advertir el ya mencionado rasgo de la cabeza en ligera desproporción de tamaño con respecto al resto del cuerpo.
Reyes. Magos habrían sido parte de un nacimiento antiguo.
Museo. Las esculturas son muy llamativas debido al arte y la forma en como fueron creadas. Se guardan en el museo de Santa Teresa.
