“Les prometo que voy a cumplir”

Acaba de bajar del avión y va presuroso a su domicilio, donde se alista y sale corriendo para que lo entrevisten en ATV Sur, Exitosa y La Ribereña.

“Prácticamente no he dormido, estuve en Lima y ayer perdí el vuelo, por eso tuve que viajar de madrugada, estoy full”, cuenta Javier Ísmodes, quien escogió como atuendo una camisa blanca, un pantalón crema y zapatillas negras ideales para correr, sobretodo cuando está contra el tiempo.

Cuando es preciso, es su asistente quien lo lleva en una camioneta a las diversas actividades.

En las entrevistas se excede en el tiempo y su jefe de campaña le comunica que debe trasladarse “volando” a la reunión con profesores y alumnos del Instituto Pedro P. Díaz.

En el camino, Ísmodes compra sándwiches de cerdo y gaseosas para su desayuno y el de su equipo de trabajo. Más tarde, coordina spots publicitarios en algunos medios radiales y televisivos.

Se da tiempo para comprar una torta para su pareja. “Ella cumple años mañana”, nos dice y luego se lamenta de la guerra sucia, la que, según señala, ha afectado a su familia, debido a mentiras como que no reconoció a su hijo o que es chileno.

“Hola, joven, ¿como estás? Dime qué haces, a dónde te vas. Quiero pedirte que sueñes conmigo, vamos juntos, invita a un amigo”, comienza a cantar para desestresarse antes de llegar al Pedro P. Díaz, en donde son justamente los jóvenes estudiantes quienes se tornan más incrédulos con sus propuestas para impulsar los institutos de la región.

“Promesas”, murmuran. Ísmodes les replica diciendo que es lógico que estén cansados de ofrecimientos, pero afirma que él no quiere cargar con ese pasivo y que quiere cumplir.

Es mediodía y se reúne con microempresarios de Paucarpata, entre ellos carpinteros, productores de chichasara y comerciantes del mercado Alto Porongoche. Es aquí en donde una linda niña lo reconoce, se le acerca y le grita: “Ísmodes”.

El candidato la abraza cariñosamente y le pregunta: “¿Por quién vas a votar?”. Ella le contesta: “Por Yamila”. Las risas no se hacen esperar por parte de los comerciantes y los simpatizantes. Ísmodes, con una sonrisa franca, le dice con cariño a la pequeña que “está bien”, que es bueno respetar las decisiones.

Continúa el recorrido y las actividades de campaña se trasladan a Cerro Colorado y Yura. Los pobladores de Ciudad de Dios lo reciben en el comedor María Auxiliadora, le invitan un plato de matasquita a la hora del almuerzo, con lo que recupera fuerzas por tan trajinado día. Termina la ración y queda complacido con el sabor del menú.

Las actividades culminan en Cayma y Hunter, en donde inauguró locales de campaña, pagó sus promesas de entregar regalos como “padrino” de algunas asociaciones y realizó caravanas junto a sus simpatizantes.

¿Qué es lo más importante de todo este recorrido por distritos?, le preguntamos a Ísmodes y contesta que, más que hacer campaña, se entera de las necesidades de la gente. “Si ganamos, regresaremos. Nosotros no luchamos contra ella (Yamila Osorio), sino contra un sistema oscuro que quiere mantenerse en el poder”.