Lloran por madre e hijos fallecidos en choque de buses
Lloran por madre e hijos fallecidos en choque de buses

El lunes por la mañana, Máximo Ccapa Calcina habló por celular con su conviviente, Isimina Pacco Pachapuma (36), para encontrarse en su vivienda ubicada en el sector de El Cruce, La Joya. “Cuida a la guagua”, le pidió Ismina a su pareja que se quedó en casa junto a su hijo Max de 4 años.

Esa llamada fue premonitoria para lo que pasaría a las 13:30 horas en el kilómetro 8 de la vía de penetración a Arequipa, donde un bus de Santillana se estrelló contra una unidad de la empresa Del Carpio, provocando que la mujer que gestaba al segundo hijo del jornalero junto a su hijo mayor, Marco Turpo Paco (13), y otras 11 personas, perdieran la vida.

NO VOLVIÓ. Isimina, a quien le faltaba una semana para dar a luz a su hijo Tony, salió de su vivienda a las 05:30 horas del lunes para viajar a Arequipa, donde visitó un estudio legal y realizó algunas compras para el colegio de su hijo mayor. “Hablé con ella a las 11:30 horas y me dijo que todo había salido bien. Incluso me dijeron que ya estaban retornando y que me habían comprado algo. Pero en la tarde me enteré que habían muerto”, lamentó el jornalero, quien se ha quedado solo con su hijo Max. El menor también iba a viajar con su madre, pero sus progenitores acordaron que se quedara y acompañara a su padre.

Ellos son el reflejo del dolor por el que atraviesan las familias de los fallecidos del lamentable accidente que, además, dejó heridas a más de 60 personas, entre ellas familias enteras como la de Percy Solis Montesinos (40) y Carmen Lopinta Zapacallo (36). Hace dos semanas, los esposos y sus hijas, Masiel (15), Briset (11) y Ariana (8 meses), viajaron a El Pedregal para trabajar en el campo, y el lunes por la mañana decidieron retornar a la Ciudad Blanca para ver el estado de sus animales y su vivienda, ubicada en el pueblo joven 23 de Junio, Sachaca.

La colisión de las unidades impidió que llegaran sanos y salvos. Carmen Lopinta dijo que en el choque solo pudo proteger a Ariana. “La abracé y perdí a mis hijas mayores. Mi esposo, que resultó mucho más herido que yo, se quedó con la bebé y yo tuve que entrar al bus para sacar a las mayores”, contó la mujer, que fue internada en el Honorio Delgado junto a Briset y Masiel. Su esposo y su hija Ariana están en el Goyeneche.

El martes por la mañana ingresó al nosocomio regional Rosalinda (18), una estudiante de Enfermería que no fue atendida en la Clínica San Juan de Dios por la falta de SOAT de la empresa Santillana, en la cual viajaba. En Efecto, la empresa no contaba con dicho seguro, pero sí con un Afocat regional que permitió la atención de los pacientes en el Honorio Delgado. Juan Carlos Villanueva y su esposa se presentaron como representantes de la empresa Santillana y dijeron que iban a brindar toda la asistencia a los afectados, pero no explicaron por qué usaban un Afocat que entró en vigencia casi un mes después de que el SOAT se les venciera en septiembre de 2019. La cobertura es lo que le preocupa, tanto a los deudos como los heridos, que aun se recuperan en los hospitales.