Imagen
Imagen

En Arequipa también hay cementerios ocultos en donde los restos reposan a dos o tres metros bajo tierra o en pabellones de nichos internos, que no reciben flores, ni las ofrendas acostumbradas por lo deudos en el Día de Todos los Santos.

Se trata de los camposantos ubicados en los recintos religiosos, como el monasterio de Santa Catalina, la Basílica Catedral de Arequipa, y los conventos Santa Teresa y Santa Rosa de Lima.

En estos nichos yacen los cuerpos de religiosos y las monjas de clausura. “Los familiares solo asisten al entierro, después no vuelven nunca más”, expresó la priora del convento Santa Catalina, Fátima Huayta López.

Los parientes entienden y respetan que la religiosa tuvo una vida silenciosa y consagrada a Dios, por lo que no pueden visitar el convento.

¿Qué significa Todos los Santos?La priora enfatiza en que se recuerda la presencia de Dios. “No morimos, sino gozamos el ingreso a la Gloria de Dios, aspiramos a la santidad”, dijo.

SEPULTURA. La despedida a una religiosa se concreta en ceremonia especial. El último cuerpo que se sepultó en el monasterio de Santa Catalina fue hace aproximadamente 8 años. Las religiosas vestidas con capas negras velan al fallecido de forma interna mientras rezan el rosario y entonan salmos durante toda la noche, considerando que el alma pasó a la Gloria, al encuentro con su esposo, Dios.

Al día siguiente llegan los familiares por única vez, para la despedida final. Son las propias monjas quienes cargan el cuerpo del templo hacia la tumba. En algunos casos, como en el convento de Santa Rosa se permite la ayuda de algunos varones de la familia, quienes se encargan de la introducción del ataúd en el nicho.

HISTORIA. El convento tuvo un antiguo cementerio que albergaba a aproximadamente 30 cuerpos, entre ellos el de la beata Sor Ana de los Ángeles, pero por la salubridad de las integrantes del recinto, se construyó un pabellón en el año 1839. En esta nueva morada hay aproximadamente ocho cuerpos.

La priora señaló que algunos restos que correspondían a antes de la década 70, fueron reunidos y sepultados en un solo nicho de la nueva infraestructura que edificaron. “Se puede decir que en total habrá aproximadamente 40 cuerpos”, dijo a traves del auricular en declaraciones a Correo..

En el artículo Visita Guiada al Monasterio de Santa Catalina, del periodista Dante Zegarra, narra que durante el virreinato, las personas fueron enterradas en templos y monasterios hasta el año 1810, cuando se prohibió la práctica por razones de salubridad. Pese a la aparición de camposantos como La Chavela en Miraflores, se insistió en la costumbre hasta 1827.

“Las autoridades de la época hicieron cumplir las disposiciones existentes, y las religiosas de Santa Catalina se vieron precisadas a enterrar a 16 monjas, fallecidas entre 1827 y 1835, en cementerios civiles”, dice el texto. Posteriormente se construyó el pabellón en el convento.

CATEDRAL. El principal templo católico de la Ciudad Blanca, también alberga los restos de los prelados. En el texto de Cementerio Sin Flores, escrito por Sarko Medina, se detalla que el último difunto fue Deán José Francisco Rivera Martínez, el 19 de agosto del 2010. El único pabellón tiene 24 nichos y el ocupante más antiguo sería del Deán Juan Gualberto Valdivia, quien habría fallecido en 1884, pero él no habría inaugurado el camposanto, sino los mártires de las matanzas.

TAGS RELACIONADOS