Los Chapillacs, una agrupación que se formó en honor a la Virgen de Chapi
Los Chapillacs, una agrupación que se formó en honor a la Virgen de Chapi

La fiesta empieza cuando las guitarras se adueñan del escenario y el sonido de chicha psicodélica se traduce en el baile desenfrenado del público. Así es cada uno de los conciertos de Los Chapillacs, agrupación que ha sabido ganarse un lugar a nivel internacional por difundir la chicha, un género musical que nace en el Perú en la década de los setenta, con la leyenda inmortalizada de Chacalón, además de Los Shapis, Los Ovnis, Grupo Celeste, Pintura Roja, entre muchos otros. 

Sin embargo, este fenómeno musical empezó a sonar en  con más fuerza, hace diez años. “Nace por la iniciativa de los guitarristas de Bebob, Llantas Negras y de Soul blues, ellos querían hacer un tributo a Chacalón. Se juntaron las tres bandas, pero también surgió por un disco que escuchamos Antología de la chicha peruana, ahí encontramos a varios grupos, así que empezamos con covers”, narra Yawar Mestas, guitarrista y también apasionado por este género, el cual -señala- contiene la esencia de lo que es el Perú. Y es que, a pesar de que existe una carga despectiva sobre la palabra “chicha”, para los músicos de Los Chapillacs es algo sagrado.

MOTIVACIÓN. Lo lumpe, el pueblo, las experiencias de un migrante, el desamor y en sí, el lado más natural del pueblo están incluidos en este género que marcó una época y ahora se reinventa para alcanzar otros públicos.

“La gente lo asocia con el subdesarrollo, por eso a los músicos no les gusta decir que tocan chicha, porque piensan que es algo denigrante, cuando es todo lo contrario, porque es uno de los géneros más complejos en su ejecución”, explica Mestas.

Con una idea clara, la agrupación decide producir y comprometerse y surge su primer disco Odisea Cumbia 3000. “Empezamos con temas instrumentales, pero necesitábamos un cantante, así que integramos a Marcial Ayala porque queríamos incluir un mensaje como Chacalón lo hacía, él hablaba de los ambulantes, los prisioneros. La chicha cumplía la función de describir al Perú”, menciona Gabriel Infantas, guitarrista de la banda, la cual fue bautizada bajo la unión de un sufijo y prefijo particulares. El primero, “Chapi”, es en honor a la patrona de Arequipa la Virgen de Chapi y, el segundo, “llacs” por los autos Cadillacs, además de una influencia marcada de la agrupación argentina Los Fabulosos Cadillacs.

El ambiente musical en el que surgen aún no estaba invadido por la cumbia comercial y es debido a eso que son considerados los pioneros de revivir esta esencia. “Tenemos una responsabilidad grande como banda porque fuimos los que iniciamos un boom, es por eso que queremos que continúe, que se reinvente”, refiere el vocalista Jorge Infantas, quien también reconoce el éxito de la chicha fuera del país, ya que durante su gira por Argentina y Chile en el 2011, conocedores y expertos se sorprendieron al escuchar un sonido fresco y bien ejecutado con la complejidad que amerita, en especial, las guitarras. El primero de sus éxitos fue la canción Cumbia delincuencial, la cual nace -según sus integrantes- como algo espontáneo. “En un principio se llamó Cumbia dominical, pero surge porque en ese tiempo la chicha estaba más ligada al mundo de la delincuencia y fue para hacer una alegoría a eso”, indica Gabriel Infantas.

FUNCIÓN. Es así que durante una década, Los Chapillacs han tocado en todos los escenarios, desde bautizos, fiestas de las cruces, matrimonios, hasta en teatros. “Solo nos falta tocar en La Máquina, pero aún nos falta , es un nivel musical alto, el público es muy exigente, si no tocas bien te agarran a botellazos. Lo que hemos aprendido durante estos años es a saber preparar un repertorio para cada público. Una vez tocamos en Pachacútec y fuimos con un repertorio de música selvática, la gente no bailaba, luego ya empezamos con temas de Chacalón. En Iquitos tuvimos que tocar en un local de metaleros, no bailaron, pero se notaba que disfrutaron la música”, narra Yawar Mestas.

En 2010 fueron incluidos en un compilado a nivel mundial llamado Beginner’s Guide to Cumbia, editado por el sello Nascente Records de Inglaterra. Así también realizaron un trabajo con Mad Proffesor, el cual fue considerado “un encuentro equilibrado entre el reggae y la cumbia”.

Con toda esta experiencia, ahora se preparan para grabar su nuevo disco y conquistar el público europeo, siempre bajo el objetivo de crear, investigar, pero sobre todo de transmitir la esencia de un género que actualmente se están reescribiendo con gran éxito.

Integrantes. Actualmente, la agrupación está conformada por Renato Rodríguez, Jean Paul Quezada Lira, Marco Antonio Infantas, Gabriel Infantas, Diana Llerena, Miguel Roque, Jorge Infantas y Yawar Mestas. Ahora están enfocados en grabar su reciente disco que fue presentado ayer en el Centro Cultural Peruano Norteamericano. 

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