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Con el estruendo de bombos y platillos, asumieron un juramento en la explanada de Sacsayhuamán, en la ciudad de Cusco. Los gobernadores de siete departamentos, acordaron conformaron la Mancomunidad Regional del Sur el 15 de febrero de 2016 y el 29 de marzo firmaron el acta oficial en Tacna. Pero desde entonces, poco o nada se ha avanzado en temas que competen integralmente al gran sur peruano.

En esa fecha se juntaron los titulares de las regiones de Apurímac, Wilber Venegas Torres; Arequipa, Yamila Osorio Delgado; Cusco, Edwin Licona Licona; Madre de Dios, Cosme Quispe Ccori (consejero delegado); Moquegua, Jaime Rodríguez Villanueva; Puno, Juan Luque Mamani, y Tacna, Omar Jimenez Flores.

Con la palabra comprometida, sellaron la creación de la Mancomunidad Energética Regional del Sur, cuyo objetivo primordial era afianzar el desarrollo del sur del país de manera unida y consensuada. Todo ha quedado en una mera declaración.

EL GAS. Una vez conformado el comité de consolidación acordaron presentar una solicitud al Gobierno Nacional para garantizar la construcción de un suministro de gas natural a las regiones partícipes de la mancomunidad, la promoción del gas natural para su uso doméstico y vehicular de manera planificada y ordenada y la industrialización del uso y beneficios del gas en pro de las pequeñas y grandes empresas en estas regiones. El avance es escaso.

Uno de los rostros más visibles de esta mancomunidad es el gobernador regional de Cusco, Edwin Licona Licona, miembro y también titular directivo de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales, (ANGR), quien en un inicio manifestó que las regiones se habían juntado de acuerdo a las necesidades y estrategias que implican los recursos disponibles y que a través de estas nuevas estrategias, dejarían de depender de la propuesta económica que sale del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

Citó también que el canon minero, energértico, gasífero es cada vez menor, por lo tanto con las mancomunidades se reforzarían proyectos estratégicos en el nivel de asociación público privado, con la participación de la empresa privada.

De toda esta historia de éxito que prometió bastantes cambios desde un inicio poco o nada se podría rescatar sobre eficiencia y cumplimiento. Esto es bien sabido por el citado gobernador regional, quien mencionó brevemente para Correo que sí se realizaron los gestos adecuados dentro del contexto de la Mancomunidad Regional del Sur, pero sin la descentralización presupuestal y de competencias es poco lo que se puede hacer.

“Es hora de hablar más de una recentralización que de una descentralización, eso como política nacional”, concluyó.

ensombrecido. El gobernador regional de Tacna, Omar Jiménez Flores, señaló que la Mancomunidad Macrorregional del Sur a la fecha solo ha tenido un trabajo administrativo y todavía no se ha consolidado o ejecutado algún proyecto como para decir que se ha trabajado.

Las mancomunidades cuando se conforman primero tienen que hacer un trabajo administrativo, hacer una conjunción de todas sus necesidades prioritarias de sus integrantes y de acuerdo a eso recién se comenzará a desarrollar los proyectos necesarios.

Jiménez refirió que espera que se convoque a los integrantes derrepente es antes del GORE - Ejecutivo. En esta reunión se debe ver los avances, el alcance y las proyecciones.

En otro momento, el gobernador regional de Tacna señaló que el problema por el agua que enfrenta a las autoridades de Arequipa y Moquegua ensombrece un poquito a la mancomunidad. Lo que se busca en una organización así es el diálogo, pero aquí no se ha dado, y en este ensombrecimiento tiene cierta responsabilidad el ente rector, porque acá debe hacerse cumplir la política pública nacional.

“Se debe convocar al diálogo, y este llamado debe hacerlo la propia Autoridad Nacional del Agua, dentro de la política pública nacional y el plan de recursos hídricos de la nación y para establecer las prioridades de su uso y no recurrir primero al Poder Judicial.

Diez meses después de haberse conformado la Mancomunidad del Sur y aunque parece no haber obtenido un logro importante, el gobernador regional de Moquegua, Jaime Rodríguez Villanueva, se mostró optimista. Señaló que esta instancia sigue avanzando y que no se ha cerrado.

La autoridad descartó que existan diferencias entre sus miembros, a raíz de la guerra por el agua desatada entre Arequipa y Moquegua. Señaló que allí el problema fue que no había recurso y por ello no se pudo cumplir con la entrega al Valle de Tambo.

Rodríguez Villanueva se mostró a favor de volver a sentarse a conversar con sus colegas gobernadores para tratar los problemas regionales.

A pesar de la intención del gobernador moqueguano, su Consejo Regional no ha cumplido con el aporte de los 100 mil soles a la mesa técnica de la Mancomunidad.

Los demás requisitos para la adhesión de Moquegua a la organización, sí se cumplieron, aunque el problema surgió al decidir de dónde se sacaría el dinero.

La propuesta del ejecutivo usar Recursos Directamente Recaudados.

Y es que dicha institución, percibe anualmente casi un millón de soles como alquiler del fundo Gramadal al Supermercado Plaza Vea. Pero los consejeros se opusieron dado que dicho dinero es para la creación de un fondo de apoyo a los jóvenes deportistas e intelectuales de Moquegua. Al final, lo avanzado es muy poco.

distribución de agua. El gobernador regional de Puno, Juan Luque Mamani, recordó que uno de los objetivos de la Mancomunidad es emprender el Programa de Afianzamiento de Cuencas y su Adaptación al Cambio Climático, trabajo que ya se ha puesto en marcha y debe estar listo en junio 2017. La autoridad regional, destacó las reuniones que sostuvo con sus pares de Moquegua y Arequipa con la finalidad de emprender el Consejo Hídrico de Cuencas Interregional, que fue convocado por la Autoridad Nacional del Agua (ANA).

“Este consejo tiene la potestad de determinar el uso de aguas, si es posible, por ejemplo, puede establecer que el excedente sea utilizado para la minería, pero esta es tarea de este ente autónomo”, señaló.

La autoridad regional de Puno, advirtió sobre el estrés hídrico que podría vivir esta parte del país. “Por eso es importante determinar cuál es nuestra oferta hídrica y cómo la vamos a utilizar, este es un paso importante”, sostuvo. “Tenemos que propulsar el buen uso de las aguas desde nuestros distritos, provincias y regiones”, agregó.

Estos gobiernos del agua regional o interregional no solo democratizarán la gestión de los recursos hídricos, sino que también descentralizarán la responsabilidad y cada quien (gobiernos regionales, locales, instituciones públicas y privadas, y usuarios), solucionará su problemática en el marco de la Ley Nº 29338.

En torno los conflictos entre miembros de la Mancomunidad, Luque advirtió que deberá hacerse una evaluación de todas las actividades en el sur para trabajar a través del diálogo y entendimiento, ya que la macrorregión del sur tiene toda las posibilidades para ser atractiva, generar empleo y oportunidades.

“Creemos que hay un gran avance al respecto, nosotros estamos cumpliendo con lo que nos corresponde, hay un equipo técnico que está trabajando en los temas de minería, así como el desarrollo de proyectos macrorregionales”, indicó.

“Estamos yendo por buen camino, los niveles de coordinación son óptimos y creemos que los resultados se irán viendo paulatinamente en el año 2017”, finalizó.

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