GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

En octubre sí hay milagros. Uno de ellos es el Cristo Morado que reúne, cada año, a miles y millones de fieles a lo largo y ancho del Perú y Latinoamérica.

Pero, ¿Cómo inició y se propagó la devoción por el ?

El hermano Jaime Velarde Flores (Mayordomo General en el 2000) cuenta la historia: “En los años siguientes a la fundación de Lima, y con el propósito de convertir a los esclavos negros en cristianos, para que dejen prácticas paganas como las orgías, borracheras y peleas, la Iglesia mandó a pintar la imagen de un Cristo crucificado en Pachacamilla, un lugar de refugio para los esclavos”.

No se conoce la fecha ni el nombre de quien lo pintó, pero se dice que era un fresco sencillo sobre una pared.

El 13 de noviembre de 1655 se produjo el primero de los muchos milagros del Cristo: un terremoto espantoso sucedió en Lima y dejó en escombros iglesias y edificios. El cuarto donde estaba pintado perdió tres de sus muros, menos el de la imagen. Desde entonces lo llamaron Señor de los Milagros y la fe por él empezó a crecer.

HERMANDAD. En Arequipa, la veneración al Cristo de Pachacamilla germinó hace 65 años, cuando un pequeño grupo de señoras, que se reunía en la Basílica Catedral para orar y adorar al Señor, decidió fundar la Hermandad del Señor de los Milagros el 10 de octubre de 1950.

En ese afán, recurrieron a María de Portacheli, un hermana y artista de la comunidad religiosa de María Inmaculada en San Andrés-Lima, para que pintara un réplica exacta de la sagrada imagen. No obstante, ella decidió pintar también a la Virgen de la Nube, que hasta el día de hoy recorre las calles de la Ciudad Blanca.

LEA TAMBIÉN: Señor de los Milagros: Así fue el primer día de recorrido (FOTOS)

“Aquellos días, la hermandad estaba conformada solo por mujeres y se adoraba al Señor de Los Milagros solo en el Templo de San Agustín. Luego, lo esposos de estas hermanas se convirtieron a Cristo y se unieron a la Hermandad. La fe en el pueblo arequipeño crecía cada vez más, y los hombres decidieron cargar al Señor de los Milagros y salir en procesión para que todos pudieran adorarlo”, explica el mayordomo actual, Antonio Huayna Castro.

Actualmente, la hermandad está por cumplir 65 años de fundación, y cuenta con el respaldo de 2 mil hermanos, entre cargadores, saumadoras, cantores, hermanos regulares y aspirantes.

“Además, hace poco hemos formado la Cuadrilla de Músicos del Señor de los Milagros, integrado por 45 jóvenes y niños. Ellos acompañarán las procesiones en todo el mes morado”, dice Huayna con Orgullo.

MILAGROS. Los miembros de la Hermandad del Señor de los Milagros aseguran que su fe inquebrantable por el Cristo Morado se debe a que tuvieron una experiencia personal y divina con él.

El hermano Ever Calderón Rutti, de 74 años, cuenta que en 1976 le detectaron cáncer a los riñones. “Creí que moriría, pero le tenía mucha fe al Señor de los Milagros. Yo acompañaba todas las procesiones rezando y pidiéndole que me ayude. Él me hizo el milagro de sanarme completamente”, manifiesta.

Desde aquel momento, Ever Calderón dedicó su vida al servicio del santo.

Una experiencia milagrosa similar tiene Hilda Rojas, una mujer que viste el hábito morado desde hace 46 años. “Me uní a la hermandad a la edad de 25. Yo sentí el llamado del Señor de los Milagros y me incliné ante él para servirlo. Cada año estoy trabajando con los hermanos y recorro las calles detrás del Señor”.

Hilda no desea contar los milagros que ha recibido del Cristo de Pachacamilla, porque considera que son muy personales. “Sin embargo, puedo decir que en cada situación difícil que me tocó vivir, me encomendé a él y recibí una respuesta. Es mi fortaleza. Ha hecho cosas muy grandes en mi vida”.

Su fe por la sagrada imagen es firme como una roca. “El amor de Cristo ha llenado mi hogar y el de mis hijos”.