La primera congregación que se funda en Madre de Dios, son las hermanas Dominicas en 1915 un 10 de julio y en el 2015 celebraron el centenario de la llegada de las primeras hermanas. Desde entonces han permanecido en el Perú. La congregación se extendió por el mundo en 22 países, 4 continentes, Centroamérica, Sudamérica, Africa, Asia y Europa, son un total de 600 hermanas misioneras.
La madre Ascensión Nicol, Aurora Ardanaz y la religiosa del Patrocinio M. Angélica Bazán, fueron las 3 primeras en pisar suelo peruano para comenzar su misión en la selva. En Pueblo Viejo a las orillas del río Tambopata formaron la primera escuela donde no había nada, era un pequeño poblado. La población era mixta habían japoneses, y algunos comerciantes. La primera escuela que crearon tenía un internado para mujeres de la selva.
Los sacerdotes veían la situación de las mujeres de la selva que eran lo último de la sociedad, totalmente relegadas, vulneradas de sus derechos.
Es por eso que los padres contactaban con los nativos y pedían que las niñas que estaban en edad escolar asistieran a la escuela, eran traídas al internado de las hermanas dominicas y así nació lo que hoy en día es el colegio Santa Rosa.
El 5 de octubre de 1918 tres años después de la llegada de las dominicas al ver la necesidad de los nativos deciden quedarse y fundar la congregación y organizarse como institución.
CREACIÓN..- El espíritu de todo lo que encontraron en Madre de Dios género que concretar una nueva congregación misionera, posteriormente se expandieron a China y San Salvador.
La hermana Gloria Marquéz, quien hoy en día se desempeña como secretaria del obispo y para la esperada visita del papa Francisco, que será el 19 de enero, es la encargada del coro que acompañará al papa en la explanada.
La hermana Blanca es natural de Puerto Maldonado, estudió en el colegio de la congregación, ha estado de misionera en Asia: China ,Taiwán, Filipinas y Argentina.
La hermana Azucena es española con más de 50 años en Perú, ha recorrido todo el país, es la encargada de coordinar la oficina de los DDHH, es un servicio que se hace desde el Vicariato, busca apoyar a personas de bajos recursos, en su mayoría mujeres a quienes sus derechos son violentados.
La hermana Lourdes Pérez Torrecilla está en la mesa de concertación y es la coordinadora de la congregación.
La hermana Pamela Robles trabaja el tema de trata de personas es consciente de que es uno de los problemas sociales más grande qué hay en Madre de Dios. Hacen presencia en los medios de comunicación y crearon un programa que se llama “dialogando tus derechos”.
Hace tres años han presentado un proyecto que busca crear una casa de acogida para las víctimas para que puedan desarrollarse en otras actividades y no tener que ejercer de nuevo la prostitución.
ENCARGADAS.- Las hermanas son las encargadas de presidir las distintas comisiones encargadas de recibir al papa, preparan una bonita acogida, trabajan duro y sienten que el día se acerca y no tienen todo listo.
La primera vez que escucharon que venía el Santo Pontífice, pensaron y exclamaron: “que maravilloso que en este rincón del mundo, rincón del Perú, una región con problemas sociales muy fuertes, profundo y que un santo Padre ponga los ojos en Madre de Dios, privilegiando esta región por encima de otras”.
A las religiosas les parece que es un signo profético, quien lo quiera ver puede entender a través de esta visita el mensaje del evangelio, “los pobres son los primeros, los más olvidados, son los primeros para Dios y el papa lo ha demostrado viniendo, hay que estar atento a sus palabras.
Pero para la hermana Lourdes el principal mensaje es que viene a Madre de Dios.
Emocionadas. Así es como se encuentran las religiosas Gloria, Lourdes, Azucena y Pamela con la llegada de Francisco.