Policía nacional alista nueva estrategia para frenar la violencia familiar
Policía nacional alista nueva estrategia para frenar la violencia familiar

Madrugada del 29 de octubre de 2019. Zenobia C.S. (45) descansaba en su vivienda en el distrito de Tiabaya cuando de pronto la puerta de su casa fue derribada por Daniel Chipana Quispe (42), su exconviviente. Ella contaba con medidas de protección dictadas por un juez, pero el agente policial que debía darle seguridad, no estaba con ella. Fue golpeada salvajemente por el sujeto que después acabó detenido en la comisaría del distrito por la desobediencia y la nueva agresión.

Aunque la Policía actuó con prontitud para detener al agresor, no fue eficiente en cumplir con el mandato de protección y es lo que el comando de la IX Macrepol Arequipa busca revertir con la implementación de un nuevo plan a través del cual se hará un seguimiento minucioso a cada una de las víctimas de la violencia que hoy desborda la capacidad operativa de la institución.

REPORTE. Un cuadro estadístico de denuncias por violencia familiar recibidas en las comisaría de la región Arequipa, muestra que entre diciembre de 2019 y enero del año en curso se formularon 3 mil 595 denuncias, dictando medidas de protección para 2660 víctimas. Ello significa que la mitad del personal policial destacado en Arequipa, tendría que estar cumpliendo labores de protección. “Asignar un efectivo para cumplir con ese mandato es imposible”, refirió el general PNP Víctor Zanabria Angulo, jefe de la IX Macrepol que ve con preocupación el alto índice de violencia familiar.

De las 25 mil 470 denuncias hechas durante el 2019, los delitos por violencia familiar ocupan el segundo lugar con un 20.4 %, superado solo por los hurtos que alcanzan el 53.2 % de los casos denunciados en las dependencias policiales.

VIGILANCIA. ¿Cómo hacer para cubrir con la demanda de protección? El general Zanabria ha recogido las experiencias del plan que se desarrolló en la comisaría de familia de Lima donde se logró atender adecuadamente a la mayoría de las víctimas, haciendo un seguimiento a cada uno de los casos, con la finalidad de evitar nuevas agresiones.

El primer paso que se ha dado es poner más personal para atender a las víctimas de violencia. De los 56 agentes que había en comisarías ahora son 136 los que tendrán la tarea de hacer un seguimiento a cada caso denunciado a través del hilo telefónico. Ellos usarán el celular asignado a su comisaría para comunicarse constantemente con las víctimas.

“Si reportan que el agresor está cerca o infringiendo las restricciones impuestas, inmediatamente se enviará un patrullero al lugar para evitar nuevos hechos”, expresó el oficial tras precisar que dicha tarea la cumplirá el personal que tenga dificultades para desarrollar su labor operativa, como agentes en recuperación de alguna lesión, lactantes, entre otros.

Hay un acuerdo con el Gobierno Regional de Arequipa para la compra de 270 equipos celulares que serán destinados a dicha labor y se estima que a partir del mes de marzo puedan ser entregados a la Policía.

También se potenciará la comisaría de familia ubicada en Chilina, Cayma. Cuatro motocicletas que prestaban servicio en la unidad de Tránsito se utilizarán en adelante para notificar medidas de protección a las víctimas y restricciones a los agresores. Los juzgados que dicten las disposiciones de protección no solo enviarán las notificaciones a dicha dependencia sino también a las comisarías para que se logre cubrir el 100% de las víctimas que se planea monitorear.

También se contará con el servicio de un psicólogo, asistente social y un pequeño albergue temporal. “Todo esto lo haremos con el ánimo de prevenir hechos de violencia”.

El general mencionó que la participación ciudadana en la prevención es vital porque ellos son “los ojos y la voz de los que no denuncian” dijo al mostrar que de las 166 muertes por feminicidio registradas en 2019 a nivel nacional, de las cuales 8 ocurrieron en Arequipa, 106 no tenían medidas de protección.

En el caso de Marizol Huaraya Roque, asesinada por su expareja Digber Alvarez Vera, en su casa del pueblo joven Nuevo Quequeña el pasado 7 de enero, fue un poblador quien dio aviso a la policía sobre los ruidos que provenían de la casa de la pareja.

“Esa comunicación permitió la detención del sujeto. Si la alerta hubiera sido unos minutos antes, quizás se hubiera evitado el crimen”, sostuvo el general que se ha puesto como misión la reducción de los casos por violencia familiar que principalmente se registran en los distritos de Cerro Colorado, Bustamante y Rivero y Miraflores en Arequipa así como en Camaná y Mollendo en provincias.