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La de la sección de Robos del Depincri, quien esta realizando la investigación del robo millonario al museo de la, llegó a la conclusión que el vigilante Javier Leonardo Prado Guerrero (59) habría manifestado diferentes incongruencias en su declaración policial.

Tras 27 días de investigación, los agentes señalaron que con las huellas recogidas en el lugar del robo y otras evidencia, se determinó que lo narrado por el cuidante, no concuerda con muchos aspectos.

Testimonio. El vigilante Javier Prado, quien trabaja más de 20 años en la Unsa y 6 meses en el Museo Arqueológico “J. M. Morante Maldonado”, ubicado en la calle Alvarez Thomas, manifestó que fue golpeado con un arma de fuego, siendo echado al piso boca abajo, para atarlo de pies y manos, quedando inconsciente. Al despertar con las manos atadas cogió el teléfono y comunicó el robo, luego así se constituyó a la comisaría.

investigacion. En el museo no se halló sangre, solo un pequeño chorro sanguíneo en la espalda del chaleco y casaca del vigilante, quien dijo estar boca abajo. La herida entre sus cejas de 3 cm., según el Certificado Médico, fue contuso cortante, pero lo que produce el golpe con arma de fuego es contuso contundente. El vigilante fue citado el lunes al Depincri, pero no acudió. Los oficios se remitirán a la fiscal adjunta Carmen Cora, para que investigar al trabajador.

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