Pruebe el sabor de Luis Rossel La Torre, chef del Food Wagen
Pruebe el sabor de Luis Rossel La Torre, chef del Food Wagen

Una llamativa antigua camioneta Volkswagen se ha convertido en la atracción de comensales de sanguches y salchipapas de la plaza San Antonio de. Todas las noches hay algo nuevo que probar en el “Food Wagen” que esta a cargo del chef Luis Martín Rossel Latorre, quien gracias a sus estudios de cocina y a sus experiencias con Gastón Acurio, lo impulsaron a iniciar su propio negocio, usando como cocina el atractivo carritorojo- amarillo

¿Por qué usar este tipo de vehículos para la venta de sanguches? 

Por que podemos llevar nuestro sabor a diferentes lugares, como parques o irnos de viaje por temporadas a provincias. Además que es un privilegio cocinar en estos carros antiguos y demostrar el talento y la calidad del producto que damos al público.

¿De quién nació la idea del “Food Wagen”? 

La idea nació en Estado Unidos y se copiaron modelos en América del Sur. Nosotros decidimos mostrar una cocina en vivo pero en un carrito sanguchero.

¿Hace cuánto tiempo inició el negocio?

 Yo soy chef de profesión. Tengo seis años de experiencia y he trabajo con Gastón Acurio en restaurantes. Por esa experiencia decidí tener mi propia cocina y trabajar con productos del día. Todos los fines de semana hacemos un sanguche distinto. Hacemos fusión con diversos productos.

Es decir que trata de innovar la presentación de los emparedados tradicionales? 

Si. Hacemos, por ejemplo, de pizza, de tipo oriental, de ají de gallina y de adobo. Además hacemos salchipapas diversas y eso es lo que le atrae a la gente que prueba sabores diferentes.

Y cuál es la combinación o fusión que más gusta a los comensales? 

La verdad es que nosotros a los preparados les ponemos un sabor diferente con productos clásicos pero el plato que más les gusta a nuestros clientes es la salchipapa porque trabajamos con tres o cuatro variedades de papitas, las freímos con cascara. Dentro de ellas está la papa huairo, mariba, lomito negro y la yungay. Son papitas muy harinosas que al freírlas la gente prueba la textura y le agrada. También tenemos la variación de salchilomo a lo pobre, que son las mismas papitas con huevo y a la gente le gusta ver la presentación. Además que los precios son cómodos

¿En las salsas que se usan para estos productos, hay alguna innovación?

 Claro tenemos la cremita de ajo con orégano y hemos hecho una mayonesa de maíz morado ahumado, mayonesa de Chili, ají amarillo y otras que se usan de acuerdo al plato preparado y los productos que encontramos en el día.

¿Cuál será la novedad que presentará más adelante? 

Para Fiestas Patrias tenemos planeado un sanguche de costillar y pachamanca. También las tradicionales torrejitas de verduras, ofrecerlas como piqueo con ají. En nuestro carrito tenemos limitaciones pero es todo un desafío.

¿Cuál es su meta? 

La verdad ampliar el negocio. Tenemos muchas ganas de poner un segundo carrito y estamos pensando que esté destinado a pura salchipapa y sus variaciones. Con ají de gallina, hawaiana, pizza, fusionar con estilo italiano. Mi sueño es fusionar todos los carritos y que algún día puedan funcionar en un solo lugar.

¿Es difícil este tipo de negocio? 

Con capital adecuado se puede iniciar cualquier negocio. El detalle es mantenerse, estar pendiente de los sabores, de la calidad del producto, ello hace que el negocio sea exitoso.

¿Arequipa es un mercado exigente? 

Si, porque aquí tenemos las picanterías y es difícil luchar contra las recetas antiguas de nuestras abuelas y uno que viene innovando es bueno tener la experiencia de los antepasados.
DATO. 30 panes es lo que vendió el primer día que inició su negocio de sanguches, ahora vende 60 sanguches y 20 salchipapas por día en San Antonio

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