Pese a las campañas de concientización y a las acciones para descontaminar el río Chili, existen conexiones clandestinas que desembocan sus aguas negras en los cauces, afectando la calidad del recurso.
El 23 de octubre durante el foro “Tecnologías de Tratamiento de Agua”, realizado por el mes del Chili, el superintendente de Manejo de Aguas de la compañía minera Cerro Verde, José Luis Valverde, indicó que las descargas clandestinas que no van al sistema de alcantarillado ponen en riesgo el tratamiento del líquido elemento.
PREOCUPANTE REALIDAD
La empresa minera comenzó a operar la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) La Enlozada desde 2015, que tiene por objetivo tratar las aguas negras de la ciudad y así descontaminar el río.
La empresa trata diariamente 1.8 millones de m3/s de agua residual, una parte es usada para sus operaciones mineras (hasta 1 m3/s) y otra para el cauce del río. No obstante, pese a la limpieza, existen más agentes que vierten sus desagües, a quienes las autoridades deben realizarles el control para que no sigan dañando la calidad del recurso.
Valverde sostuvo que antes de la operación de la PTAR, el nivel de contaminación en el Chili era grave a tal punto que se detectó que afectaba la salud de la población (diarreas) de La Joya u otros distritos y perjudicaba la calidad de los cultivos. Desde la operación se notó un avance en cuanto a la reducción de casos de infecciones estomacales, además el nivel de coliformes está dentro de los índices permitidos y hasta se ven truchas en el río.