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El museo de la Catedral, inaugurado el año 2011, es el recinto eclesiástico más importante de , pues sus imponentes muros guardan la historia de la Ciudad Blanca desde sus orígenes.

Como sabemos, Arequipa fue fundada el 15 de agosto de 1540 por Garcí Manuel de Carbajal, y solo cuatro años más tarde se inició la construcción de la Capilla San Pedro, la misma que se convertiría en la arquidiócesis arzobispal en 1844. Así, la catedral de Arequipa creció junto a su población y soportó con ella los embates de la naturaleza (terremotos).

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TESOROS. Además de nuestra historia, las salas del Museo de la Catedral exhiben tesoros religiosos de valor incalculable, entre los que destaca el Depósito Eucarístico, una pieza de arte concebida por Marcos del Carpio en 1750. Se trata de un pelícano de plata que representa el sacrificio de Dios al entregar a su único hijo para morir por los pecados del mundo.

En otra vitrina se puede apreciar una Custodia de oro y plata elaborada por Francisco Moratillo en 1850. Pese a ser una reliquia, esta pieza aún se utiliza en la celebración del Corpus Cristi.

Pero la pieza más hermosa y magnífica es tal vez la Custodia de Narciso Práxedes Soria (siglo XIX) que lleva entre 1300 y 1500 diamantes reales incrustados en sus detalles. En la base, una santa se inclina en representación a la fe católica.

FICCIÓN. En la Sala de Trajes litúrgicos se tiene una colección de los hábitos sacerdotales del siglo XVIII, pertenecientes al Obispo Goyeneche. Esto no llamaría mucho la atención si no fuera por dos túnicas que parecen sacadas de la película , o algún filme de ficción intergaláctico.

Se trata de dos Capas Magnas con capucha y colas de hasta cinco metros de longitud.

El primero, de color morado, era utilizado por el cardenal en jueves santo, como símbolo de la fe. La segunda, de color negro, se lucía el viernes santo, guardando luto en conmemoración de la muerte de Cristo.

Estos trajes sorprendentes e intimidantes, según la guía del museo, se usaban en la época de la inquisición para infundir respeto y temor en los fieles católicos.

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