Eduarda Paco (59) lleva puesta la misma ropa desde el jueves. Ese día cuando llegó a su vivienda en la asociación Villa Altiplano, en el distrito de Yura en Arequipa, aproximadamente a las 21:00 horas, sintió de lejos un hedor a quemado, continuó caminando y se dio cuenta que el olor venía de su casa.
Corrió cuando vio a sus vecinos a un costado de su lote, preguntó qué pasaba y le informaron que su cuarto de bloquetas y calaminas se había incendiado. Ahí, Eduarda dormía con sus nietos, Gael y Azumi (5 y 8 años respectivamente). El padre de los menores no les pasaba pensión hace meses y la madre trabaja en una mina en Condesuyos.
Lo primero que hizo fue preguntar por los niños. Gael ya estaba camino al hospital, tenía quemaduras en su cuerpo y Azumi estaba en shock pero estable. “No llegué temprano”, se reprocha entre sollozos Eduarda, “Venía de la chacra y tenía bulto, ningún carro me quería recoger y vine tarde. Se quemó todo”, llora.
Desde el martes no tenían luz. Azumi prendió una vela y la pegó en la pared, arriba de su cama. Cuando despertó las frazadas ardían. Azumi gritó y despertó a su hermano, cuando salían del cuarto Gael tropezó y las llamas lo atraparon.
Delia, una de las tías de los menores regresaba de su iglesia y al percatarse del hecho corrió tras los niños. Sacaron a Gael inconsciente y con el 70% de su cuerpo quemado. “Él me hablaba, me decía que no llore mientras lo llevábamos al hospital, no puedo creer que esté tan mal mi sobrino”, dice sollozando.
Gael está en la unidad de quemados del hospital Honorio Delgado Espinoza. Tiene SIS pero solo cubrirá su tratamiento por tres días más.
- 2 unidades de sangre O+ necesita Gael para tratamiento. Para ayuda llamar a 974910165.