Control policial en la vía Arequipa - Juliaca. Foto: Omar Cruz
Control policial en la vía Arequipa - Juliaca. Foto: Omar Cruz

Transportistas informales se las ingeniaron para trasladar pasajeros a otras regiones del país, en compensación cobraron hasta tres veces el precio normal por el servicio.

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Desde tempranas horas, vehículos particulares y minivanes salieron desde la avenida Andrés Avelino Cáceres, a la altura del terminal terrestre de Arequipa.

El ocasional pasajero debía desembolsar primero 80 soles para subirse a uno de estos vehículos que los transportaría a la ciudad de Juliaca. “Por los controles en carretera no te preocupes, tenemos rutas propias”, afirmaban los jaladores de los transportistas que laboran bajo la informalidad.

En el control del kilómetro 60.5 de la vía Arequipa – Juliaca, 50 agentes policiales controlaron el ingreso y salida de vehículo de transporte de pasajeros. Aquellos que no tenían permiso eran retornados a la ciudad.

No obstante, los transportistas utilizaron vías alternas como las carreteras carrozables de Quiscos y Cabrerías, que curiosamente conecta con la zona de Imata del distrito San Antonio de Chuca. Otra opción es la carretera antigua a Puno, por el distrito de Chiguata.

Otro destino que se ofrecía en el terminal de minivanes era Moquegua y Tacna, con precios que superan los 100 soles, así como a la ciudad de Lima que llegó a 400 soles. La ruta a seguir fue por Omate, provincia de Sánchez Cerro (Moquegua).

El general PNP Víctor Zanabria Angulo, jefe de la IX Macropol de Arequipa, reconoció que no están cubrieron todas las salidas e ingresos de la ciudad de Arequipa. Asegura que la policía está con sobrecarga laboral y no puede corretear a los transportistas informales.

“Arequipa tiene 50 ingresos, solo estamos cubriendo dos ingresos, el sur y el norte. El resto no vamos a perseguir a los transportistas informales, a aquellos que salgan por Chiguata y por Cabrerías. Los que viajan deben tener algo urgente para viajar que ponen en riesgo su vida”, señaló el oficial.