“Eu queria ser balaio, balaio eu queria sê, para andar dependurado, na cintura de você”, es parte de la canción “Balaio” que Juan Guillermo Carpio Muñoz tarareaba mientras esperaba en la antesala de Cirugía del Hospital Carlos Seguín Escobedo la última vez que lo operaron, hace unos 4 meses.

No recordaba bien la letra, pero la música le fue suficiente para calmarse. “Siempre fui un hombre muy nervioso, pensaba que de solo la tensión me iba a dar algo, pero ese día estaba fresco, con una tranquilidad enorme”, contó Juanito la vez que nos encontramos en el mismo hospital el 14 de febrero, el Día de la Amistad, una fecha especial que dio lugar al encuentro inesperado.

Las voces de mi madre y Juanito sonaron por varios minutos en el pasillo frente a Neumología recordando las canciones del afamado grupo coral Palestrina del que formó parte en los años 70, ese fue el tema de la conversación que nos entretuvo como una hora. Había que recordar mucho.

AMANTE. Juan Carpio era un amante del arte, de la música, sobre todo, para la historia quedaron las grabaciones de sus improvisadas presentaciones en La Capitana o alguna otra picantería, pero también fue un cultor de la música coral. Siendo el integrante más joven del Coro Palestrina, cantó en la cuerda de los tenores y no se cansó nunca de llamar maestro a Bernardo García Izquierdo, porque quería aprender de todo.

Su paso por esta agrupación musical formaría parte de la segunda serie de libros de su colección Texao, esta vez compuesta por 7 tomos, 3 más que la primera parte, dedicada a la historia de Mostajo y la vida de Arequipa a fines del siglo XIX e inicios del XX.

ARCHIVOS.Los nuevos volúmenes contendrían pasajes más actuales sobre la Arequipa que tanto amó, tanto como su afán por escribir y recopilar la mayor cantidad de datos que fuera posible. Por eso leyó una a una las páginas del archivo histórico de El Pueblo.

“Eso me provocó la fibrosis pulmonar que me descubrieron hace un tiempo”, nos dijo ese día. El polvo del papel le llegó hasta los pulmones.

Siempre fue de “buen diente” y más aún de los picantes, esos que dejó de comer debido a su enfermedad, pero a pesar de eso no perdió el ánimo ni las ganas de vivir. Sentado en la banca del pasillo hospitalario junto al balón de oxígeno del que no pudo prescindir en los últimos meses, estuvo cantando y recordando. Reímos e hicimos un compromiso que no pudimos cumplir y me quedé con las fotos que nunca le pude entregar y que retratan su paso como coreuta en el afamado Palestrina. Ahora canta para la eternidad.EDATO RG (71432282)============

DATO

Pendón

El Pendón Musical es su vigésimo sexto libro y registró 365 temas de Arequipa, parte de ellos grabados en un disco compacto.