El vigilante Víctor Chino Cjuno, el principal sospechoso del feminicidio de su ex conviviente Margarita Lopinta Huillca (39), en el distrito de Majes, en la provincia de Caylloma, abandonó ayer a su hijo con quien había huido para pasar a la clandestinidad.
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El vigilante acudió la madrugada de ayer a la cuadrilla de jornaleros ubicada cerca de la estación de bomberos de Majes, donde dejó al menor de 4 años con una botella de jugo de quinua y un juguete para luego huir.
Ante su abandono, los trabajadores del campo llevaron al niño a la comisaría de familia e indicaron que el día anterior, cuando se descubrió el cadáver enterrado de Margarita Lopinta, Chino Cjuno también había ido junto a su hijo a la cuadrilla para trabajar en la chacra como si nada hubiera ocurrido.
VIOLENTO
Víctor Chino era un hombre sumamente violento, pues según el registro de denuncias de la PNP, tiene varias por violencia física y psicológica contra su anterior compromiso, lo que motivó que el juzgado de familia le brinde medidas de protección. Sin embargo, no ocurrió lo mismo con Margarita Lopinta, quien a pesar de las múltiples agresiones que sufría a manos del vigilante, nunca decidió denunciarlo.
Una amiga de la víctima fue quien denunció que el 10 de abril, mientras esperaban transporte para dirigirse al terminal de minivanes, Víctor Chino apareció y utilizó una piedra para golpear en la cabeza a Margarita.
La misma violencia empleó el último lunes al interior de la vivienda que compartían en el Módulo ‘G’ de ciudad Majes donde Victor Chino primero golpeó a Margarita en la cabeza causándole grandes heridas y luego emplear un cuchillo para atacar en el ambiente de la cocina. Le incrustó un arma en el pecho y le laceró el corazón provocando una incontenible hemorragia. Después usó la mototaxi de su hermana para llevarla hasta su terreno donde la enterró.
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