En la región de Ayacucho, crece la venta y consumo de medicamentos de dudosa procedencia y hasta bambas que ocasionan graves daños a la salud de las personas.
El principal factor para la abundancia de estos medicamentos, es la presencia de boticas y farmacias ilegales que según estadísticas de la Dirección Regional de Salud Ayacucho (Diresa), serían un promedio de 500 establecimientos en las 11 provincias de la región.
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Precisamente, el director regional de Medicamentos de la Dirección Regional de Salud Ayacucho (Diresa), Ángel Espinoza, detalló que se tienen registrados 400 establecimientos, tanto boticas como farmacias, con las documentaciones en regla y donde se ofrecen medicamentos de primera calidad.
“Contamos con un promedio de 400 establecimientos donde la población puede acudir con confianza a fin de comprar sus pastillas, jarabes y otros. Pero también existen 500 de ellos que son ilegales, y justamente, contra ello, venimos luchando a fin de erradicarlos”, comentó.
Espinoza, detalló que en lo que va del año, se han realizado aproximadamente 300 intervenciones, en la que se encontró productos vencidos, de dudosa procedencia y locales sin los permisos respectivos.
“Todos ellos, incumplieron con las normas sanitarias o tienen problemas para legalizar su situación, los sancionamos y los clausuramos; sin embargo, la cantidad es mayor, por lo que las intervenciones se incrementarán hasta finales del presente año”, puntualizó.
Asimismo, se sabe que la presencia de estos locales de venta de medicamentos ilegales, también promueven la automedicación, por lo que el representante del sector salud que, “si tenemos alguna enfermedad debemos de acudir al médico, quien nos dará una receta, con la cual debemos dirigirnos a una farmacia o botica formal”, subraya.