Invasores afectan zonas intangibles

El anhelo de la vivienda propia estaría acabando con zonas intangibles y de reserva natural en Huamanga, pese a existir ordenanzas que así lo declaran, debido al riesgo que corre la misma población por ser consideradas zonas de alto.

Un caso preocupante para los regidores Teodoro Linares y Wilmer Borda es la expansión urbana que se viene dando en el cerro La Picota que pese a las ordenanzas que sólo permiten de la instalación de un santuario y la conservación del área como zona ecológica, viene siendo invadida por pobladores bajo el aval de las autoridades de la zona de Huascahura.

Al respecto, el concejal Borda, indicó que tras recabar las evidencias y antecedentes sobre la situación de dichos terrenos, ambos fiscalizadores concluyeron en recomendar iniciar las acciones sancionadoras legales contra quienes resulten responsables del atentado, asimismo, declarar como zona turística.

Riesgo. El área de reserva forestal e intangible de la Picota se halla en un suelo de baja capacidad portante considerado como zona de peligro, declarada entre los años 60 y 70 como zona de reforestación por la Dirección Regional de Agricultura.

Asimismo, el Santuario Sagrado Corazón de Jesús Señor de la Picota se encuentra próximo a quebradas colectoras de aguas pluviales.

Tras la constatación, los concejales observaron las edificaciones levantadas como parte de los asentamientos humanos que están en expansión, además de señales de lotización, viviendas de adobe y material noble sin licencias de construcción de la Municipalidad de Huamanga,

Antecedentes. Entre las idas y venidas, esta fue posesionada por algunos pobladores; no obstante al no cumplir con los requisitos, fue revocada.

El 2 de junio del 2004 se construye la plazoleta de la exhibición con fondos del programa de emergencia social productivo urbano “A trabajar urbano”. En ese mismo año se prohibe a los dirigentes de la comunidad de Huascahura y demás asentamientos la transferencia de terrenos para edificaciones de vivienda bajo responsabilidad de los dirigentes en caso se incurra.

El 30 de junio del 2005 Se aprobó mediante ordenanza 007 -2005 la intangibilidad y reserva del cerro la Picota, el mismo que fue renovado en el 2016.

En el 2007, un grupo de devotos solicitan a la municipalidad un certificado de posesión, el cual fue otorgado, pero de inmediato, debido a que no reunía los requisitos pues tanto la ladera sur como la ladera alta tienen nivel de vulnerabilidad alta.

Frente a estos hechos, los pobladores siguen avanzando en las edificaciones, cortando los caminos realizados por el programa. A trabajar urbano con tal de construir.

Los más grave aún es que pese a la millonaria inversión para instalar plantones de diversas especies de tanto el Gobierno Regional de Ayacucho y de la Municipalidad, los regidores tienen recibos de la venta de árboles de eucalipto. Hecho que representa un atentado contra el único pulmón de la ciudad.