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Una de las procesiones más majestuosas y esperada por muchos es sin lugar a dudas la procesión del Señor de Pascua de Resurrección, que tuvo lugar hoy aproximadamente a las 5 de la mañana, con la salida de la imponente anda de Cristo Resucitado, en medio de un estruendo de castillos y un sin número de fieles.

IMPONENTE. El armazón se arma en dos días. El Viernes Santo se inicia con el esqueleto del anda y el sábado en horas de la mañana los mayordomos se dirigen a la casa del cerero para recoger los adornos y llevarlos a la catedral, donde inician a recubrir el anda, esta acción es denominada 'trono watay'.

“El anda tiene forma triangular, ya que para los campesinos representaba a la montaña sagrada que iba a bendecir la cosecha de ese año. Los adornos de cera están hechos en forma de flores y mazorcas de maíz, ya que representa una ofrenda a Dios y a la divinidad de los cerros, ofrecida para que la cosecha sea fructífera y cesen las lluvias”, señaló el arqueólogo.

A las 7 de la noche, con el anda culminada en la Catedral, se inicia la quema de castillos en el contorno de la Plaza de Armas y se prolonga hasta la una de la madrugada del domingo. Posteriormente, gran parte de la población retorna a sus domicilios a descansar, pero otro grupo se fieles amanece en el parque. A partir de las 3 de la mañana se puede observar una extensa fila de fieles, que esperan pacientemente su ingreso de la Catedral para cargar el anda de Cristo Resucitado.

“Esta celebración nació de la población eminentemente rural, que bajaba de las ferias a la ciudad y protagonizaba esta celebración. Es por ello que esta es una de las procesiones donde la población tiene una activa participación”, señaló el arqueólogo Pereyra.

A las 4 de la mañana, después de la misa de realizada por el arzobispo, sale el anda de Cristo Resucitado para recorrer toda la Plaza de Armas e instalarse finalmente en la puerta de la iglesia, uno de los párrocos, de gran dominio del idioma quechua, celebra la misa en la lengua originaria y es acompañada por cánticos en ese mismo idioma.

Una vez culminada la procesión, el anda de Cristo resucitado aguarda en la catedral hasta el miércoles y en una sencilla ceremonia denominada “trono paskay” desarman el anda

TRADICIÓN. Sin embargo, no muchos saben todo lo que involucra la realización de esta solemne procesión. Los preparativos comienzan el Día de San Pedro y San Pablo (29 de junio) de cada año, cuando los mayordomos son nombrados oficialmente, luego estos últimos buscan al cerero que elaborará los adornos del anda, el cual inicia en julio.

Posteriormente, el 1 de noviembre, los mayordomos realizan el conocido yuyachikuy (recordatorio) a las personas que se comprometieron con ofrecimientos. Y en la víspera de carnavales se desarrolla la ofrenda en la Catedral de Ayacucho.

Los ajetreos de esta festividad vuelven el Domingo de Ramos, cuando se da el ingreso del chamizo cargado por mulas a la Plaza de Armas. Según el antropólogo y arqueólogo, Nelson Pereyra, esta actividad es una de las más representativas de la procesión del Señor de Pascua de Resurrección, ya que rememora la entrada de los antiguos arrieros cuando regresaban de las ferias cargando sus mercancías.

“Durante la segunda mitad del siglo XIX y entrado el siglo XX los mayordomos de la Pascua Resurrección fueron arrieros, algunos de Carmen Alto y otros pertenecían a los pueblos donde realizaban ferias. Es por ello que esta entrada escenifica el retorno de los arrieros que volvían de las ferias a Ayacucho”, señaló el catedrático de la Unsch.

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