Álvarez dice que lo torturaron en prisión

El expresidente regional de Áncash, César Álvarez Aguilar, quien está preso en el penal de Piedras Gordas, Ancón I, acusado de ser el supuesto líder de una organización criminal, contó en una carta, supuestamente escrita por él, que sufrió torturas cuando estuvo detenido en los calabozos de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri).

“Aislado, sin saber si era de día o de noche en una celda oscura, fría, húmeda y pestilente, donde nos hacían desayunar, almorzar, cenar y hasta defecar; todo dentro de esa celda con un baño sin inodoro, sin agua, putrefacta y asquerosa”, se lee en la misiva que ha sido colgada en la cuenta de Facebook de César Álvarez.

DOBLEGARLO. Álvarez continúa su narración revelando que pedía que le abran la puerta un rato para comer. “No nos hacían caso y nos decían que eran órdenes de ‘arriba’. Sólo había un fluorescente en el pasadizo que apenas nos alumbraba a lo lejos. Así querían doblegarnos y humillarnos. Son torturas psicológicas, lo mismo hicieron con todos los detenidos, los amenazaban para que algunos de ellos me inculparan en el homicidio, pero no lo lograron, somos fuertes”, asegura.

Tal como lo dijo durante la audiencia en la que se ordenó su prisión preventiva, Álvarez señala también su carta que pudo enterarse que al sicario “colombiano” lo habían torturado durante 3 días en la playa para que mencione su nombre.

NO HIZO NADA. Pese a las evidencias que lo vinculan a graves hechos e incluso crímenes, el expresidente regional de Áncash sostiene en su carta: “Tengo errores, soy un pecador, pero no soy asesino, ni delincuente y Dios sabe a él no podemos mentirle, jamás hice mal a nadie. Soy respetuoso de la vida, jamás tocó un centavo de la región. Nunca hubo Centralita y jamás hubo ‘chuponeo’. Poco a poco la verdad va saliendo a la luz, confío en Dios, en que esta pesadilla pasará y en que él nos hará justicia…”. Al final de la carta informa que seguirá escribiendo.