Asián vuelve a casa y Fiorela tiene miedo
Asián vuelve a casa y Fiorela tiene miedo

Atrás parecen haber quedado los días de fiesta, cerveza, música cumbiandera y vestidos de gala en la familia Álvarez Asián.

En cambio ahora, la otrora primera dama de la región, Milagros Asián Barahona fue recibida en la vivienda de sus padres de la urbanización Laderas del Norte, entre cánticos religiosos y oraciones luego de permanecer 101 días en la clandestinidad por una orden de captura que le dictaminó la jueza Mercedes Caballero por su presunta implicancia en el caso “La Centralita”, uno de los procesos más sonados de los últimos tiempos, donde se investigan presuntos delitos de corrupción.

LLEGA A CASA. Según la acusación del Ministerio Público, la pareja del detenido César Álvarez Aguilar participaba de reuniones que se desarrollaban en el inmueble conocido como “La Centralita”. Además habría ‘comprado’ votos para la segunda reelección para la presidencia regional de Áncash de su cónyuge repartiendo artefactos y obsequíos, que supuestamente eran adquiridos con fondos ilícitos provenientes de diezmos de empresarios.

Por estos testimonios de colaboradores eficaces, el Poder Judicial consideró que Asián debería ser investigada por el delito de asociación ilícita para delinquir internada en un penal durante un año y medio. Sin embargo la policía jamás dio con su paradero.

Según las imágenes propaladas en un reportaje por el programa domincial ‘Día D’, sus hijos fueron los primeros en recibirla luego de sus padres, vecinos y simpatizantes del movimiento político “Cuenta Conmigo” que llevó a la presidencia regional a su marido.

La esposa de Álvarez afirmó que durante el tiempo que estuvo clandestina, su refugio fue “en un lugar pequeño y sola”.

“No sé que es dormir, no podía dormir, me ponía, hacer mis dibujos”, contó.

Correo llegó ayer hasta la vivienda de la exprimera dama de Áncash, pero no tuvimos la suerte que el equipo de prensa limeño. Solo nos atendió un miembro de seguridad personal quien refirió que por ahora la defensa legal de Asián, le ha recomendado que no brinde declaraciones a medios, puesto que aún es incierto si el Poder Judicial programará una nueva audiencia para evaluar nuevamente el pedido de prisión preventiva formulado por la Fiscalía.

A las afueras de la vivienda los Álvarez Asián, se encuenta pegado un cartel que comunica los horarios de oración que se realizan en este vecindario.

“Desde que se entregó el presidente se realizan estas oraciones, según ese cronograma que han pegado”, relató el trabajador de la familia este diario.

EL OTRO LADO. Pero mientras en la vivienda de los Álvarez Asián daban gracias a Dios por la libertad de la que ahora goza Milagros, en su casa Fiorela Nolasco Blas, hija del asesinado consejero regional Ezequiel Nolasco, criticaba la decisión de la Sala Penal.

Ahora no tiene orden de captura, va ha caminar libremente frente a mi cara talvez (...) yo ya no hago nada de mi edad, no voy a fiestas, con esto (chaleco antibalas) que voy a ir (...) si los van a dejar libres a todo mejor que me metan un balazo de frente”, indicó.

Fiorela Nolasco dijo que debe llevar puesto un chaleco antibalas de más de 2 kilos dentro y fuera de su vivienda. Incluso ahora que ha conseguido un trabajo que desarrolla desde su vivienda, situada en Tres de Octubre, cuenta que teme por su vida.

“Está en todo su derecho de pedir justicia, tiene toda la libertad, pero eso no quiere decir que tenga la razón”, respondió Milagros Asián ante los cuestionamientos realizados por quien amadrinó en su fiesta de quince años, cuando la historia era distinta.

VOCES CLANDESTINAS. Y en medio de un clima de desconcierto por la repentina salida de Christian Salas Beteta de la Procuradiría Nacional Anticorrupción, más prófugas del caso “La Centralita” siguen siendo ubicadas por los periodistas limeños, menos por la Policía Nacional.

La noche del domingo último las comunicadoras chimbotanas Lleana del Pilar Corcuera Reyes, exasistente de Imagen Institucional del Proyecto Especial Chinecas e Ingrid Casas Calderón pareja del también prófugo exasesor de imagen de César Álvarez, Jorge Burgos Guanilo; también fueron contactadas desde la clandestinidad por el programa “Día D”.

Ambas tienen una orden de prisión preventiva dictada por el Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria del Santa, desde el 29 de mayo de este año por su presunta implicancia en la supuesta red de corrupción que operó en el inmueble conocido como “La Centralita”.

Tanto Corcuera como Casas negaron todos los cargos que les imputa la Fiscalía.

Ingrid Casas aseguró que jamás fue trabajadora de Ilios Producciones empresa del prófugo Martín Belaunde y supuestamente usada de fachada para el funcionamiento de “La Centralita”.

“Si iba para allá era porque estaba el papá de mi hijo (con referencia a Jorge Burgos”, agregó.

La pareja de Burgos negó realizar trabajos de monitoreo de las noticias que se difundían sobre César Álvarez. Contó que ya son siete meses los que se mantiene clandestina y mostró su mortificación por no poder estar al lado de su hijo, quien es cuidado por su madre desde el 29 de mayo de este año.

Para el Ministerio Público, Casas debe ser investigada por el delito de lavado de activos, porque presuntamente Jorge Burgos colocó bienes a su nombre, acusación que también negó.

Por su parte, Lleana Corcuero dijo que permanece en la clandestinidad - también desde hace siete meses - solo por “defender” su libertad.

“Que se realice un verdadero proceso pero conforme a ley, yo redactaba y reporteaba (...) lo único que se hacía en ese lugar era resaltar la imagen de César Álvarez”, arguyó.

Aseguró que solo percibía un sueldo de 1,000 soles al mes y que “no le ha robado ni un sol al Estado”.

Según la tesis fiscal, la joven comunicadora debe ser procesada por los delitos de peculado y asociación ilícita para delinquir, ya que según el testimonio de un colaborador eficaz “en una oportunidad en la oficina de ‘La Centralita 1’ le entregó a la persona de Patrocina Alejos Matos la cantidad de 1,880.00 soles”, presuntamente este dinero provenía de diezmos.

La extrabajadora de Chinecas confirmó que Martín Belaunde sí acudía a “La Centralita” y lo hizo “en dos o tres oportunidades”, pero solo sostenía reuniones privadas con el entonces asesor de imagen Jorge Burgos.