“El señor (Carlos Bazán Castro) lo buscaba, lo llamaba, lo llamaba, hasta que una vez mi papá (Francisco Ariza Espinoza) dijo voy a ir a hablar con éste a ver qué me dice”, recordó en una última entrevista televisiva Francisco Ariza Moreno, hijo mayor del asesinado alcalde de Samanco.
Luego, agregó: “Mi papá me dijo que (Bazán le mencionó) que el dinero que él había invertido (en la campaña) del señor Jaime Casana Escobedo, ya había quedado, él sabe que los cuatro o cinco puestos fundamentales de la municipalidad y los cuatro años de obras eran para él. Mi papá se levantó y le dijo: ‘O sea que nosotros vamos a ser títeres. Tú arreglas con él (Casana) detrás de nosotros, ¿y nosotros?”.
El relato del vástago concuerda con la tesis que maneja la Fiscalía, que el crimen del burgomaestre samanqueño tendría un móvil político y por lucro.
En el caso específico del abogado Carlos Bazán Castro, a él se le acusa de presuntamente haberse contactado con Marcos Vásquez Julca, conocido en el mundo del hampa como “Chileno”, con la finalidad de que consiga a un grupo de delincuentes que se encargue de perpetrar este hecho de sangre, registrado en 20 de octubre de 2015 en el distrito de Nepeña.
¿Qué beneficio obtenía el letrado con el asesinato? Según la Fiscalía, una vez que Fanny Mallqui Huamán y los otros cuatro regidores de Samanco, todos leales a Jaime Casana Escobedo, asumieran las riendas de la Municipalidad Distrital de Samanco, el abogado podría hacer lo que no le permitió Francisco Ariza Espinoza: colocar a su gente y hacer suyas las obras de la comuna, con lo cual recuperaría con altísimos intereses los 200 mil soles que habría invertido en la última campaña.
MODUS OPERANDI. Algunos hechos dejan inferir que Carlos Bazán, hoy con orden de captura por el asesinato de Francisco Ariza y su asesor legal Henry Aldea Correa, tenía como modus operandi invertir en las campañas para luego recuperar su inversión manejando a su antojo las pequeñas municipalidades a las que le ponía el ojo.
Un caso bastante parecido ocurrió en la Municipalidad Distrital de Supe Puerto, ubicada en la provincia de Barranca, en la región Lima. El alcalde de esta comuna no fue asesinado, pero sí se encuentra preso por una denuncia que le entabló nada más y nada menos que Bazán Castro.
Diego Blas Morales es un licenciado en ciencias sociales y turismo de 32 años. En los últimos comicios postuló por el partido Fuerza Popular y fue elegido alcalde del distrito de Supe Puerto.
Precisamente, en la campaña contó con el apoyó de una persona que luego se convirtió en el motivo de su desgracia: Carlos Bazán Castro.
En comunicación telefónica con Correo, Marcial Blas Blanco, padre del hoy preso y suspendido burgomaestre, mencionó que su vástago conoció al mencionado abogado a través de su pareja, Sayuri Falvi Loli, quien desde un inicio apoyo su candidatura. “Por medio de ella, el señor (Bazán) aparece”, precisó.
Según el progenitor, Carlos Bazán enseñó en la sede de la Universidad San Pedro de Barranca y allí conoce a la mencionada joven, quien era una estudiante.
Con el tiempo, el abogado y el entonces candidato se llegaron a conocer y entablaron una amistad. En esta campaña, Bazán Castro habría invertido un promedio de 20 mil soles, refirió Marcial Blas.
SUPUESTOS MOTIVOS. Luego de ganar las elecciones, según el padre de Diego Blas Morales, Carlos Bazán le pidió a su hijo que coloqué en los puestos claves de la comuna (gerencia municipal, contabilidad, tesorería y logística) a profesionales de Chimbote y Casma, en Áncash, que él conocía. Inclusive, le presentó a uno de ellos.
No obstante, el joven burgomaestre se negó rotundamente y, por el apoyo en la campaña, solo le dio tres vacantes en la municipalidad. La Oficina de Imagen Institución quedó a cargo de Sayuri Falvi y en la Gerencia de Obras colocó a dos ingenieros.
Según el progenitor, esta fue la primera razón por la cual el abogado comenzó a ver con malos ojos a su vástago. El segundo motivo fue el cambio de su pareja, quien en poco tiempo fue cambiada de jefa de Imagen a asistente del Área de Personal.
La tercera razón y la gota que derramó el vaso fue la adjudicación de unos expedientes, que el alcalde les negó porque ya habían sido entregados a otras personas. “Primero pide puestos estratégicos para su gente de Chimbote y Casma. Segundo, le rotan a su esposa que estaba en Imagen. Y tercero, que él estaba solicitando los expedientes, pero ya estaban comprometidos. Son tres motivos por los que él fabrica cómo ‘tumbarse’ a mi hijo”, sostuvo el progenitor.
LA CELADA. Marcial Blas contó que en marzo de 2015 su hijo fue cuestionado porque no pudo entregar cinco mil soles como apoyo para el sitio arqueológico de Áspero, en Supe Puerto, debido a que la solicitud fue denegada en sesión de concejo.
Esta situación, aseguró el padre del alcalde, fue aprovechada por Carlos Bazán, quien le dijo que le iba a prestar el dinero para que él lo done y ya no sea objeto de críticas. Esta conversación habría tenido lugar el 26 de marzo.
Posteriormente, Carlos Bazán acudió a la Fiscalía -agregó el progenitor- y dijo que el burgomaestre le había pedido cinco mil soles para entregarle unos expedientes. “(Bazán) lo convenció a mi hijo para que acepte el préstamo y luego se fue a la Fiscalía, donde dijo que el alcalde le está pidiendo una coima porque sino no le da el expediente técnico”, detalló Blas Blanco.
Un día después, el 27 de marzo, Bazán Castro llegó a la Municipalidad de Supe Puerto, esperó que el alcalde culmine una reunión, lo llevó al tercer piso, a la oficina donde trabajaba su esposa, le entregó el dinero para que lo cuente y en ese momento ingresó la Policía y la Fiscalía. “Bazán le obliga y le dice que agarre el dinero para que lo cuente, y allí lo intervienen”, narró, con desazón, el padre.
Por este hecho, en un primer momento, el Poder Judicial ordenó seis meses de prisión preventiva para el alcalde. Cumplido el plazo, la Fiscalía argumentó que el caso era complejo y le otorgaron otros dos meses más. Hoy Diego Blas Morales sigue recluido en el penal San Judas Tadeo de Carquín, en Huacho, a la espera de que se defina su situación legal.
EL SUCESOR. Tras la medida de prisión preventiva contra el alcalde, la comuna de Supe Puerto quedó en manos del primer regidor, Jorge Luis Rodas Rojas, quien -según el padre de Diego Blas- tendría un parentezco con la pareja de Carlos Bazán.
Esta nueva gestión, según información de la prensa de Barranca, ha sido objeto de diversos cuestionamientos debido a que se han colocado en los puestos de confianza a personajes a quienes denominan como “los chimbotanos”, los mismos que -al parecer- pretendió colocar desde inicio de año el abogado Bazán Castro.
Varios de estos funcionarios habrían dejado sus puestos tras conocerse la orden de captura que, en diciembre pasado, se dictó contra el referido letrado.
Marcial Blas no descarta que el actual burgomaestre también haya conocido las intenciones del abogado, teniendo en cuenta el parentezco que tendría. “Han estado esperando qué momento, con qué motivo, para que le hagan esto a mi hijo”, dijo.
VIVO DE MILAGRO. En diciembre último, tras enterarse de la presunta participación de Bazán en el asesinato del alcalde de Samanco, el encarcelado Diego Blas Morales escribió una carta en la que ratifica lo dicho por su padre. “Gracias a Dios ya salió la verdadera cara de Carlos Bazán. Cuando gané las elecciones, aprovechando su apoyo, me quiso imponer funcionarios de Chimbote procesados por la Fiscalía del Santa. Me negué rotundamente y es por eso que planificó ‘sembrarme’ y hacerme daño y lucrarse con dolor ajeno”, se lee en el manuscrito.
En suspendido burgomaestre también menciona que estas personas, a las que se negó a aceptar en su comuna, fueron contratados por su sucesor.
Asimismo, Blas Morales escribió que a él también le pudo haber pasado lo mismo que a su colega de Samanco. “Gracias a Dios estoy vivo, porque el día 27 de marzo no viajé a Huacho, sino estaría muerto en estos momentos. Si es que estoy en la cárcel es porque quise cuidar los intereses de mi pueblo”, es el mensaje en su carta.

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