Daniel More Valladares y sus sobrinos de 24 y 29 años figuran entre 24 víctimas de buque español.
Daniel More Valladares y sus sobrinos de 24 y 29 años figuran entre 24 víctimas de buque español.

Los tres pescadores chimbotanos, integrantes de una misma familia, que murieron al naufragar el buque español Villa de Pitanxo en las gélidas aguas de Terranova, en Canadá, serán sepultados en Galicia, España, donde residían. La nave iba con 24 tripulantes a bordo.

Daniel More Valladares (41) y sus sobrinos Diego More Vega (24) y Edwin Córdova Salinas (29), son las víctimas porteñas del naufragio. Los cuerpos de los dos primeros han sido recuperados por otra embarcación y hoy llegarán a Canadá para luego del trámite respectivo trasladarlos a Galicia, informó a Correo José More Valladares, padre y hermano de dos de las víctimas.

“Las autoridades canadienses han suspendido la búsqueda de Edwin Córdova y otros once tripulantes desaparecidos, debido a los fuertes vientos y olas de más de cinco metros que hay en la zona de la tragedia”, declaró.

Los tres parientes residían desde hace varios años en España, tras dejar a los suyos en el barrio de San Juan, en Chimbote, en busca de mejores oportunidades laborales.

José More Valladares contó a Correo que vive en el país ibérico igual que sus parientes fallecidos, pero se encuentra ahora en el Perú para visitar a sus familiares en Lima y Chimbote.

El Villa de Pitanxo, con capacidad para 470 toneladas, buscaba extraer fletán, una especie marina similar al lenguado que puede llegar a medir cuatro metros.

La tragedia marítima ocurrió el martes 15 de febrero a 450 kilómetros al este de Terranova, Canadá, una zona de condiciones climáticas peligrosas.

Más peruanos

Algunos medios informativos indican que la tripulación estaba conformada por 16 españoles, cinco peruanos y tres ghaneses. Sin embargo, la cantidad de peruanos en realidad sería ocho.

De los 24 tripulantes, nueve perecieron y sus cuerpos fueron recuperados, 12 están desaparecidos y tres fueron rescatados con vida, pero con una grave hipotermia. Los equipos de rescate ven poco probable que haya más sobrevivientes.

Los tres supervivientes son el patrón Juan Padín Costas (55); su sobrino Eduardo Rial Padín (42) y Samuel Kwesi, un ciudadano ghanés (30), padre de cinco hijos.

Ellos están “en proceso de descanso y aún en shock” a bordo del barco gallego Playa de Menduiña Dos, el primero en llegar al lugar de la tragedia, según informaron medios españoles como ABC y El País.

Dolor e impotencia

El Villa de Pitanxo se construyó en 2004 y había zarpado el 26 de enero. En ella iban ocho peruanos, tres de ellos chimbotanos.

La noticia de la muerte de los tres chimbotanos causó gran conmoción entre sus familiares y amigos del pueblo joven San Juan, quienes los recordaron y despidieron a través de sus redes sociales.

Daniel More Valladares vivía en Cangas de Morrazo, provincia de Pontevedra, comunidad autónoma de Galicia, con su esposa Sonia Saldaña Hilario y sus hijos Antony, de 18, y Alexandra, de 9 años.

Diego Andrés More Vega, sobrino de sangre de Daniel, era el más joven de los tres que se habían embarcado en la nave y también vivía en Cangas.

Quería estudiar, pero suspendió un curso y, en vez de quedarse sin hacer nada, decidió embarcarse en la que iba a ser su primera y última faena en el Villa de Pitanxo.

Edwin Córdova Salinas, sobrino político de Daniel, tenía 29 años y vivía en Vigo, otra provincia de Pontevedra, con su esposa Luzmar y sus cuatro hijos, la menor de 6 meses y el mayor de 8. A diferencia de Diego, Edwin sí tenía experiencia en el mar.

Daniel More Valladares llevaba unos 15 años trabajando como marinero.

Componía una familia de ocho hermanos, de los cuales cinco emigraron escalonadamente a España, concretamente a Galicia, donde buscaron porvenir en la pesca.

Según La Voz de Galicia, el barco estaba recogiendo por popa sus redes cargadas del cotizado fletán negro cuando, debido a las malas condiciones del mar, una gran masa de agua ingresó por popa e inundó los compartimientos de almacenamiento que estaban abiertos. En cuestión de minutos se hundió y solo algunos tripulantes que estaban en cabina y en proa pudieron llegar a los botes.

El gobierno gallego decretó el miércoles tres días de duelo por la tragedia.

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