La presencia sorpresiva de decenas de caracoles gigantes africanos, una de las 100 especies exóticas más dañinas del mundo, ha generado pánico entre los vecinos de la segunda cuadra del jirón José Olaya, a solo unos pasos del centro de Chimbote.
Personal de Seguridad Ciudadana de Chimbote llegó hasta el lugar, tras el llamado de los asustados moradores de la urbanizacón Antúnez de Mayolo. En el lugar se observa gran cantidad de caracoles, cuyas características son las mismas del caracol gigante africano, una especie que según el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) es de extrema peligrosidad por la gran cantidad de bacterias que posee y puede causar enfermedades a los seres humanos. El hallazgo ocurrió a la medianoche del martes.
Agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana Chimbote patrullaban por las inmediaciones de la cuadra 2 del jirón José Olaya, cuando se encontraron con un grupo de pobladores que observaba unos moluscos que habían sido arrojados en medio de la calle. Al percatarse de las características de los caracoles, los agentes informaron al Departamento de Medio Ambiente de la Policía Nacional cuyos efectivos se acercaron al lugar y constataron de la presencia de los caracoles gigantes africanos.
Con la finalidad de evitar que dichos moluscos tengan contacto con las personas por ser infecciosos, los serenos de Chimbote colocaron la cinta de peligro y esperaron la llegada de los especialistas para que realicen el levantamiento de los peligrosos moluscos.
En horas de la mañana, personal de la gerencia de Gestión Ambiental levantó los caracoles a una zona segura y desinfectó la calle donde habían sido arrojados. Se desconoce quién o quiénes dejaron los moluscos en la calle, por lo que se vienen realizando las investigaciones del caso para determinar con los responsables.
El Senasa pidió a la población mantenerse alerta a la proliferación de estos moluscos pues pueden alojar parásitos y bacterias muy peligrosos para las personas. Por eso, se recomienda no tocarlos con las manos desnudas sino usar guantes o bolsas de plástico.
Según la entidad, las lluvias y el aumento de la humedad pueden provocar la proliferación de estos invertebrados. Asimismo, el Senasa advierte que los caracoles gigantes africanos no pueden ser echados vivos a la basura. Hay que matarlos sumergiéndolos en un recipiente de agua con sal. Luego, coordinar con las autoridades cómo disponer finalmente de los restos de estos animales.
Aunque los caracoles gigantes africanos son herbívoros, pueden alimentarse de casi cualquier desperdicio. Los caracoles gigantes africanos aparecen en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés).