Chimbote: El interés común sobre la ley de la oferta y la demanda
Chimbote: El interés común sobre la ley de la oferta y la demanda

El transporte público en nuestra ciudad es, sin duda, una de las grandes preocupaciones del usuario y la que más malestar genera hoy por hoy. Las razones son sabidas por todos: malos tratos de parte de los conductores, unidades destartaladas, irrespeto constante a las rutas asignadas y, sobre todo, el elevado costo de los pasajes, lo que ha llevado a  a convertirse en una de las ciudades con la tarifa más alta de transporte urbano.

En los últimos años hemos observado, con asombro, indignación, y algo de pasividad también, cómo el costo de las tarifas se ha incrementanto gradualmente hasta llegar al precio que ostenta actualmente: 1.30 soles para transporte urbano y 2.30 soles para transporte interurbano (aunque esto se eleva incluso a 2.50 o 2.80, según la lejanía del destino), sin contar los incrementos por horario nocturno y feriados.

Desde entonces, muchos pronunciamientos se han sucedido de parte de la sociedad civil, exigiendo tanto a la autoridad, en este caso la Municipalidad Provincial del Santa, como a las asociaciones de transportistas, tomar conciencia de la situación económica del usuario y se regule, de una vez por todas, el sistema de transportes en la ciudad y se renueve el plan regulador de rutas, que dotaría al sector de toda la formalidad y el orden que necesita, pero han pasado varios nombres por el sillón municipal y poco o nada se ha hecho al respecto.

“MOMENTO DE ACTUAR”. Mientras tanto, es el peatón: el ama de casa, el estudiante, el obrero, usted, quien debe asumir los costos de este conflicto social y sacar del bolsillo lo que el tarifario manda.

Pero ¿Qué hacer ante esta problemática? ¿Estamos tan indefensos ante la implacable ley de la oferta y la demanda? La respuesta es que no, necesariamente.

El presidente de la Asociación de Consumidores y Usuarios de la Región Áncash (Acurea), Julio Roncal Briceño, considera que existe un marco legal que nos protege del uso abusivo de esta facultad impuesta por el libre mercado y, por lo menos hasta ahora, los transportistas han infringido ya, muchas normas. “Es el momento en que nosotros, como sociedad, debamos actuar. Y así como ellos no tienen consideración de nosotros al imponer unas tarifas abusivas, pues nosotros tampoco vamos a tener consideración de ellos”, explicó.

Su asociación, dijo, está evaluando la posibilidad de denunciar ante Indecopi a cada una de las empresas que no cumplan con las formalidades técnicas para prestar el servicio y el costo de su movilidad no vaya acorde con la calidad del servicio que prestan. “Ellos tienen que fijar su tarifario de acuerdo a la calidad del servicio que prestan. Dicen que gastan en mantenimiento, combustible, reparación y otras cosas, pero ¿Cómo se refleja todo eso en el servicio que nos dan?”, indicó.

Esta semana, en conferencia de prensa, Acurea dará a conocer las infracciones que se cometen hasta ahora y las medidas legales que, como ciudadanos, podemos adoptar. La Gerencia de Transportes avala esta iniciativa, aseguró.

ORDENANDO LA RUTA. A propósito del sector edil, el gerente de Transportes de la comuna provincial, Justiniano Ramos Vásquez, dijo en su momento que la ausencia de un plan regulador de rutas no es la causa de todo este problema. “Eso (plan regulador) es un caballito de batalla que usan todos los transportistas para defenderse y no es así. Estamos atrás de que se actualice este plan regulador, pero primero hay que hacer las consultas necesarias porque lo tiene que hacer una persona especializada y nos han dicho que eso tarda más o menos seis meses para elaborarlo”, explicó.

Pero ¿Realmente la implementación de este plan aplacaría el desorden imperante en nuestra ciudad? Algunos sectores coinciden en que no. “Lo que ocurre es que los transportistas no se dan cuenta de que cuando tengamos el plan regulador de rutas van a desaparecer todas las autorizaciones a las empresas y, entonces, con el plan vamos a depurar esos permisos, así ya no tendremos tantos comités. El plan nos dirá cuántas líneas necesitaremos”, sostuvo Ramos Vásquez.

“Me parece que están culpando a la Municipalidad de que es la responsable de este problema, cuando no necesariamente es así. La problemática va por el lado de los dirigentes de los transportistas, al permitir que la gestión anterior (Arroyo) autorice el funcionamiento de más empresas. Ellos debieron frenar a esos funcionarios corruptos en su momento para no sobrecargar el parque automotor”, dijo Roncal, de Acurea.

Esta postura ha sido aceptada por los mismos transportistas, quienes admiten que, al haber tantas líneas de transportes, han saturado el mercado. Por eso usted puede ver tantos vehículos vacíos o semivacíos que pugnan con su competencia por llamar pasajeros, estacionándose en donde no deben, impidiendo el paso de otras unidades, molestando a los ya mortificados usuarios y generando un vórtice estresante.

TRANSPORTE MASIVO. Cierto es también que la Municipalidad Provincial del Santa podría tomar “el toro por las astas” y asumir acciones reales para la reforma del sector. “Después de tantos años de abusos se hace urgente la implementación del transporte en bus. Es una alternativa viable, es económica, segura, rápida, y reducirá la contaminación. Me parece raro que después de ocho meses de gestión no haya ninguna propuesta concreta para la ejecución de un proyecto de transporte masivo”, opinó Roncal.

“Es ilógico que (transportistas) argumenten el sobrecosto de sus pasajes con el alza del precio del GLP. Acuérdense que en 2012, el GLP llegó a costar 1.87 soles el litro y por eso el pasaje subió de 1.80 a 2.00 soles, pero ahora que el GLP cuesta en promedio 1.50 soles, el pasaje ha seguido subiendo hasta costar 2.30 o 2.50, es un claro aprovechamiento de la situación”, agregó.

Si se aplicara el principio de la lógica, los pasajes deberían costar entre 1.00 y 1.30 soles para rutas urbanas y entre 1.80 o 2.00 soles para rutas interurbanas, estimó.

PAGA LO JUSTO. Es importante resaltar la iniciativa ciudadana frente al tema. En 2014, el colectivo Toma la Calle protestó contra el alza a 2.30 soles del pasaje interurbano; y ahora, en días pasados, otro grupo de ciudadanos, respaldados por el alcalde Valentín Fernández, le recordó a los transportistas que el precio para viajar de Chimbote a Nuevo Chimbote debe costar 2.00 soles.

Replicamos este anuncio: “En este paradero se paga dos soles, ¿me llevas?”. 

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