“El Niño”: Entre la escasez y la carrera contra el tiempo
“El Niño”: Entre la escasez y la carrera contra el tiempo

En el verano de 1998, el fenómeno El Niño alcanzó niveles extraordinarios en el norte peruano. Y en la provincia del Santa se percibió con una intensidad solo vista desde inicios de los años 80. Los desbordes de los ríos Santa y Lacramarca destruyeron todo a su paso e inundaron populosos sectores de Nuevo Chimbote, como Villa María, además arrasó miles de hectáreas de cultivo y bloqueó las avenidas Pardo y Meiggs, causando millones de soles en pérdidas materiales. Esto, sin contar los daños ocasionados en otras provincias como Casma y Huarmey, que quedaron incomunicadas varias veces por la interrupción de la carretera Panamericana.

De esta lección, ¿qué se ha aprendido? Esperemos que algo; aunque el comienzo no ha sido bueno, pues el Gobierno solo ha destinado 10 millones de soles para 11 zonas críticas de Áncash en trabajos de prevención ante la inminente llegada de este fenómeno de la naturaleza. Un presupuesto irrisorio, considerando la vulnerabilidad en la que se encuentran muchos sectores de la costa ancashina.

Ya en su momento, diversas autoridades locales se pronunciaron en contra de esta partida presupuestal y estimaron que al menos son 44 puntos vulnerables en la provincia del Santa los que necesitan atención inmediata y 85 a lo largo de los ríos Santa, Lacramarca, Nepeña y Casma..

RIESGO CERCANO. La alcaldesa provincial del Santa, Victoria Espinoza García, manifestó que hay varios lugares en riesgo debido a su proximidad con los ríos Santa, Lacramarca y Nepeña.

“No solo se trata de hectáreas de cultivo, sino también de personas. Solo en lo que corresponde a la zona costera hablamos de por lo menos 50,000 familias que se encuentran en riesgo si es que ocurre un fenómeno como el de 1998”, aseguró.

El secretario técnico de la oficina de Defensa Civil de la Municipalidad Provincial del Santa, Guillermo Abrill León, estimó que los sectores más indefensos son la cuenca del río Santa, en la cual peligran miles de hectáreas de cultivo en El Castillo, Vinzos o San Bartolo; la cuenca del río Lacramarca, sobre todo en la quebrada de San Antonio, que afectaría a las poblaciones de Nicolás Garatea y San Luis; el sector kilómetro 4, donde se verían perjudicados los mercados La Perla y el centro comercial Megaplaza, donde concurren cientos de personas diariamente; la cuenca del río Nepeña, donde se ubican varios distritos agrícolas como Nepeña, Moro y el centro poblado de San Jacinto; y también el dren de Cascajal.

“A la fecha se han presentado aproximadamente 51 fichas, muy aparte de las 11 que había establecido la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y estamos a la espera de que el Gobierno (Ministerio de Agricultura) se pronuncie. Esta semana es crucial para nuestros intereses porque estamos esperando ese pronunciamiento”, dijo Abrill, refiriéndose a la solicitud de ampliación de presupuesto presentada por las autoridades locales al Ejecutivo y que, por el momento, no ha tenido eco.

UN SOLO PEDIDO. Sin embargo, y como ya ha quedado en evidencia por experiencias pasadas, no solo en la provincia del Santa urge la intervención inmediata de las autoridades. El gerente de la Subregión Pacífico, Henry Vásquez Sánchez, afirmó que entre las provincias de Casma, Santa, Huarmey y Pallasca, por ahora, se han identificado a 79 sectores donde se tiene que realizar trabajos de limpieza y descolmatación.

“Estimo que en total se necesitarán 50 millones de soles para atender todos los puntos críticos del ámbito de la Subregión, pero el presupuesto puede ser más, para eso se trabaja con las fichas de cada municipalidad”, subrayó.

En julio pasado, durante la reunión que sostuvo el Comité Provincial de Defensa Civil, los alcaldes se reafirmaron en el acuerdo de elaborar un expediente único a nivel provincial para solicitar al Gobierno Central, el incremento de los 10 millones de soles destinados como presupuesto de emergencia.

“Los 10 millones es un presupuesto basado en un expediente de la Autoridad Nacional del Agua donde se señala que urgen trabajos en siete kilómetros del cauce del río Lacramarca, pero eso es insuficiente, no podemos dejar las demás zonas desatendidas”, indicó Victoria Espinoza.

RETRASO. Al escaso presupuesto debemos agregar la tardía reacción del Gobierno para iniciar los trabajos preventivos, como acusaron los alcaldes Victoria Espinoza y Valentín Fernández, cuando acudieron a las oficinas de la Dirección Regional de Agricultura para iniciar los trabajos de descolmatación del río Lacramarca.

Las autoridades lamentaron que el órgano estatal negara sus maquinarias para empezar con las labores de limpieza del río, tal como se había anunciado, por ello dispusieron de sus maquinarias para empezar los trabajos en la margen izquierda del Lacramarca.

“Chimbote necesita el apoyo del presidente Humala porque los ministerios nos están mintiendo. Debieron de comenzar ya y no sucedió, estamos contra el tiempo y estamos solos. Es urgente el pedido al presidente de la República porque el fenómeno El Niño tenemos que prevenirlo y lamentablemente el Estado no se acuerda de Chimbote”, acusó Fernández.

“Los alcaldes hemos cumplido con la entrega del expediente técnico y las fichas pero es el Gobierno quien tiene la obligación de dar las maquinarias” indicó.

Además, el burgomaestre hizo mención a que en la Quebrada San Antonio se han construido viviendas en condiciones muy precarias.

Queda en manos de la Autoridad Nacional del Agua remitir todas las fichas técnicas al Proyecto Subsectorial de Irrigación (PSI) para que este órgano ejecutor gestione más presupuesto al Ministerio de Economía.

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