Niña chimbotana gana medalla de bronce en Sudamericano de Ajedrez

Sus ojos vivaces y la sonrisa inocente se iluminan aún más apenas escucha mencionar la palabra mágica: ajedrez.

Y es que en los últimos dos años y medio, el llamado "Deporte Ciencia" se ha convertido en una de las más grandes motivaciones de Luciana Arenas Lavado, la inteligente niña que abrió los ojos en Chimbote hace solo diez años y hoy es una promesa con gran proyección internacional.

Luciana ha integrado el equipo peruano que obtuvo nada menos que el campeonato en el Sudamericano de Ajedrez Juvenil, realizado los primeros días de diciembre en Buenos Aires, Argentina.

De manera individual, la pequeña porteña empató el segundo lugar, pero por sistemas de desempate le dieron el tercer lugar, obteniendo así la medalla de bronce. Un resultado gratificante, teniendo en cuenta que es su primer torneo sudamericano.

Luciana quedó solo a medio punto del primer lugar.

Ha jugado nueve partidas, cuatro de ellas con jugadoras argentinas, dos con peruanas, dos con ecuatorianas y una boliviana. Ganó cinco partidas, empató 3 y perdió 1.

Actualmente, es la número 2 del ranking nacional de su categoría y ha clasificado al mundial de Georgia que se realizará en octubre 2020.

Los logros de Luciana Lavado no son recientes, antes obtuvo el bronce en el Panamericano Escolar y clasificó al mundial de China, pero no lo jugó.

También ha participado en un Panamericano Juvenil donde empató el quinto lugar.

Entre sus triunfos más relevantes a nivel internacional están sus victorias frente a la campeona nacional de Estados Unidos, a una WCM Argentina, a la campeona panamericana escolar venezolana.

SUS INICIOS

Luciana entrena todos los días, varía sus horas de prácticas por las obligaciones escolares, juega torneos absolutos y libres para aumentar su fuerza de juego.

"Estoy muy contenta con el nivel del ajedrez peruano, siento que he mejorado mi juego y puedo enfrentar a cualquier rival.

Quisiera llegar a tener el título de Gran Maestra, por ahora soy candidata a maestra.

A las personas les digo que nunca se den por vencidos, que con sacrificio y disciplina se puede lograr las metas,

porque Dios siempre nos ayuda", dice emocionada.