Waldo Ríos y Valentín celebran con invasores y visitan “La Centralita”

Waldo Ríos Salcedo estuvo la noche del lunes último en la invasión Villa Atahualpa para “celebrar” la aprobación del Consejo Regional de transferir mil 40 hectáreas del Proyecto Especial Chinecas a la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SBN) para que en su gran mayoría sean utilizadas para vivienda.

El gobernador estuvo acompañado del alcalde de Nuevo Chimbote, Valentín Fernández Bazán, y gran parte de los 13 consejeros que votaron a favor de que más áreas del proyecto irrigador sean utilizados para otros fines.

Ríos Salcedo hizo cantar el himno de su agrupación Puro Áncash a las decenas de invasores que ocupan las 217 hectáreas de Chinecas. No contento con ello, se arrodilló y pidió a los presentes que hagan lo mismo para agradecer a Dios por la reversión de los terrenos a la SBN. Su discurso, además, llamó la atención pues se refería a Chinecas como un proyecto urbanístico y no uno agroindustrial.

El lunes el mandatario ancashino debió estar en el Congreso de la República para sustentar el presupuesto que requiere el Gobierno Regional de Áncash para el próximo año, mas prefirió estar en Nuevo Chimbote dándose un baño de popularidad junto al burgomaestre sureño, quien -durante el evento- incitó a los invasores a no aceptar la reubicación que propone la comuna provincial y, por el contrario, exigir a la alcaldesa Victoria Espinoza que los titule.

Aunque las autoridades ya dan por hecho la transferencia de los terrenos a la SBN, algunos consejeros han advertido que el acuerdo del Consejo Regional sobre la misma podría quedar anulado. Esto en base a que se habrían violado dos artículos del Reglamento Interno; uno al tratar en una sesión extraordinaria un punto que no estaba en agenda y dos, por haber pasado por alto a la comisión encargada de ver el tema de los terrenos.

El consejero Luis Gamarra Alor ha planteado que se reconsidere el mencionado acuerdo por los puntos antes señalados.

Esta semana, además, la comuna provincial ha seguido inspeccionando las 308 hectáreas de Chinecas y ha detectado que muchos de los lotes invadidos, supuestamente con fines de vivienda, se encuentran desocupados y, peor aún, algunos están construidos de material noble y comprenden más de un lote, lo cual deja ver que muchas personas intentarían lucrarse con los terrenos de Chinecas.