En los últimos 7 meses de emergencia por COVID-19 en la región Cusco, el consorcio Camisea contribuyó con más de S/ 747 mil soles, entregó más de 3,600 pruebas rápidas y 7,300 mascarillas, además de la compra de víveres, combustible y medicinas que beneficiaron a 23 comunidades nativas, convirtiéndose en una energía que contribuye a luchar contra la pandemia.
Cuando empezó la pandemia en Perú, el Consorcio se organizó directamente con las autoridades del Estado y las comunidades nativas para priorizar el apoyo en zonas de riesgo ante el coronavirus. Entre fines de marzo y abril de 2020, la empresa contribuyó en la adquisición y transporte de mascarillas, jabón, detergente y materiales de bioseguridad en coordinación con la Micro Red Camisea, el Comité de Gestión del Bajo Urubamba, el Gobierno Regional y la Policía Nacional.
La municipalidad de Megantoni y la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Cusco firmaron un convenio con Camisea, que permitió la adquisición de pruebas rápidas para la detección de COVID-19 y la donación de 20 balones de oxígeno, 4 concentradores de oxígeno, camas, carpas, entre otros equipos. La empresa también formó una alianza con la Municipalidad de Cusco, la Cámara de Comercio y la Cámara de Turismo de la ciudad para comprar y distribuir kits de medicina básica en el tratamiento del coronavirus en diversos centros de salud de la región, en el marco de campaña “Te cuido Cusco”.
En junio, la empresa concretó la donación de 7,300 mascarillas y 2 mil unidades de jabón anti bacterial en beneficio directo de 5 mil vecinos de las comunidades. Miguel Ganoza, presidente del Comité de Gestión del Bajo Urubamba (CGBU), confirmó este apoyo y la entrega de 1,000 galones de diésel y 10 galones de aceite para el transporte fluvial de ciudadanos y material entre las comunidades por el río Urubamba.
Otro apoyo importante fue la entrega de S/ 290 mil para el fortalecimiento de los servicios de salud en Sepahua, Ucayali (zona cercana al Bajo Urubamba de Cusco) y la adquisición de equipos biomédicos que permiten una mejor atención a los pacientes que padezcan de COVID-19 u otras enfermedades. Asimismo, entregó 800 kilos de azúcar, 500 kilos de arroz, 80 kilos de fideos, 13 galones de aceite, cajas de jabón y bolsas de detergente para los vecinos más necesitados por la crisis que generó la pandemia.
Camisea también brindó apoyo logístico a las maestras artesanas del Bajo Urubamba para que confeccionen y entreguen más de 1,000 mascarillas en varias comunidades yines y matsigenkas que todavía combaten al COVID-19, generándoles una fuente alterna de ingresos y revalorando sus tejidos ancestrales.
Todo este trabajo permite controlar los riesgos del coronavirus en comunidades originarias como Nuevo Mundo, Miaría, Camisea, Timpía o Kirigueti, que tienen un patrimonio cultural, histórico y literario incalculable; además, aseguran la continuidad de las operaciones del Consorcio Camisea, que genera más del 40% de energía en el Perú.