Machu Picchu, la joya peruana, es uno de los íconos más representativos del turismo mundial, que tuvo que cerrar sus puertas debido a la pandemia del COVID-19, pero que está presta a reabrirlas, en un ambicioso proyecto que busca devolver poco a poco el turismo a Cusco y a todo el Perú.
Para este 1ero de julio las autoridades cusqueñas tienen prevista la visita del primer grupo de turistas, que volverá a la antigua ciudad inca, luego que el último 16 de marzo entrara en vigencia el Estado de Emergencia Sanitaria por coronavirus, restringiendo las concentraciones masivas y por ende las actividades turísticas a nivel nacional.
Las antiguas callejuelas, canchas y escalinatas del recinto sagrado, tuvieron un merecido y obligado descanso, y fueron recientemente visitadas por un grupo encabezado por el gobernador regional de Cusco, Jean Paul Benavente, que llegó en una visita de inspección, junto a autoridades del Ministerio de Cultura, Ambiente y principales entes reguladores de la actividad turística en Cusco.
POCAS PERSONAS POR POCO TIEMPO.
La autoridad cusqueña señaló que el ingreso a Machu Picchu se dará a partir de este primero de julio, luego de haber superado todos los protocolos de bioseguridad y protección contra el coronavirus en todos los ámbitos previos al ingreso de visitantes a la ciudad inca, para hacer e su visita una experiencia ‘Covid-Free’.
Si bien antes, Machu Picchu recibió hasta cinco mil turistas por día en la denominada 'temporada alta', ahora el número se ha recortado a 675, que entrarán en grupos de ocho personas (incluido el guía), que visitarán el santuario por un lapso máximo de una hora con 20 minutos.
En principio sólo se recibirán turistas locales y nacionales, cabe indicar que los adultos mayores, niños, adolescentes y servidores públicos están exentos de pago según ley y que previamente deberán recavar sus entradas en las plataformas digitales destinadas para tal propósito, el antiguo sistema por el que los cusqueños se acercaban a la ventanilla y mostraban su DNI para el acceso se ha dejado sin efecto.
COORDINACIÓN DE VARIOS SECTORES.
El antropólogo José Bastante, jefe del Santuario Histórico de Machu Picchu, se muestra optimista ante las nuevas disposiciones, señaló escuetamente a Correo que Machu Picchu, como tal, está en condiciones para reabrir su puertas, sin embargo será necesario un trabajo de concertación mayor entre los demás implicados para lograr una visita al santuario de manera satisfactoria y libre de COVID-19.
De opinión similar es el vicepresidente de la Asociación de Agencias de Turismo del Cusco, Edy Cuéllar, quien señaló que se deben de implementar todas las medidas de coordinación, por ejemplo entre las empresas de transporte encargadas de trasladar turistas desde Cusco hasta Machu Pueblo y luego hacia el santuario.
Se supo que el plan de activación de Machu Picchu contempla que los servicios de tren de Ollantaytambo a Machu Picchu, solamente operarán a un 50% de capacidad a fin de evitar aglomeraciones y respetar el distanciamiento social, medida similar sería bordada en los buses que trasladan a los visitantes a través de la carretera Hiram Bingham hasta las puertas del complejo.
UNA ESTRATEGIA DE MÁRKETING.
Cuéllar Margholt señala que en un principio la reactivación económica del sector turismo no se verá inyectada de un presupuesto significativo a través del retorno de turistas a Machu Picchu, el especialista en turismo señala que el plan más bien contempla acciones a mediano y largo plazo, que permitan retomar la actividad de manera segura y a gran escala ya el próximo año.
"A nivel mundial todos los destinos turísticos están presentando sus ofertas, no sólo Perú, no sólo Machu Picchu. Es cuestión de mantenernos en el inconsciente colectivo del turista mundial, y que tenga en consideración que Machu Picchu ya está abierto, aunque de momento sólo sea para nacionales", señaló.
De momento aún no está fijado qué agencias de viajes moverán a los turistas locales y nacionales, qué empresas de transportes los trasladarán, qué guías de turismo volverán a tener empleo, todas estas decisiones deberán pasar por varios filtros que eviten el acaparamiento y favorecimiento de unos cuantos con el retorno de los turistas al principal destino nacional. Desde ya esta iniciativa ha generado un hálito de esperanza en todo ese sector, que ha sido uno de los más perjudicados por la pandemia del coronavirus.
DATOS:
-Antes de la pandemia del COVID-19, Machu Picchu había cerrado sus puertas sólo una vez, a inicios del 2010, cuando torrenciales lluvias y desbordes afectaron toda la Región Cusco, dejando incluso incomunicados a cientos de turistas que viajaron hasta la maravilla mundial.
CIFRAS:
-1.5 millones de turistas llegaron en promedio a Machu Picchu durante el año pasado. Las estimaciones preveían un aumento del flujo turístico de entre 1.2 a 1.5% de visitantes para este año, nada hacía presagiar que la actividad iba a cerrarse de cuajo debido al brote nacional y mundial del COVID-19.